El Real Madrid remontó otra vez un partido que se le puso cuesta arriba con el gol de Reyes en los primeros minutos, aunque se marchó lesionado. Supo calmarse, elegir un planteamiento de partido adecuado. Empató con el gol de Xabi Alonso, que resolvió en el área pequeña un pase de Albiol. Le siguió Arbeloa que culminó una acción personal. Para rematar el final, Higuaín, marcó después de un rechace. Forlán cerró el resultado con un penalti. Sufrió pero ganó.
El Real Madrid parece que prefiere aguantar los partidos de sufrimiento, que son, a la vez, de orgullo por las remontadas. Se siente favorable en esas situaciones, que las arregla de una manera espantosa. Ese orgullo le recurre continuamente. Un orgullo dañado es el que exige reaccionar en el marcador y así rompe a los rivales. Empieza a satisfacerle las remontadas. Aunque esto conlleva que un día se tropezará más de una vez, pero frente al Atlético dejó las frustraciones y complicaciones.
El Atlético desesperó al rival, que al final de la primera parte iba ganando, pero la segunda mitad le remontó para terminar ganando por 3-2 y conservar intactas las opciones de Liga.
El Atlético comenzó hiriendo al rival, ya que Reyes le marcó en el minuto 9. Agüero le cedió el balón dentro del área, para que el andaluz resolviera con comodidad con la zurda. Buen susto se llevó la parroquia blanca. Pero si hablamos de un equipo, que sabe remontar partidos que nadie ve, la incertidumbre se adueñaba en el Bernabeu.
En el primer tiempo, el Atlético sobrevivió sin esforzarse. Apenas necesitó hacer mucho para mantener al rival en un laberinto sin salida. Al principio, la superioridad del Real Madrid quedó constante, con una presión en el centro del campo y no dar salida al balón del Atlético. Cuando la pelota no se encontraba en los pies de Tiago, el Atlético sufría. Pero también, en la primera mitad, el Real Madrid tuvo muchas complicaciones para imponerse a la presión atlética.
El Real Madrid no combinaba con los jugadores, los futbolistas no se asociaban y el ataque se presenciaba con acciones individuales. A partir del gol de Reyes, el Real Madrid era Cristiano Ronaldo contra el mundo. Una situación que se repite con frecuencia. Jugador que se le busca en los momentos duros. No puede hacerlo todo, coger el balón y driblar a todos los jugadores rivales. Y los demás jugadores se quedaban mirando. El Atlético hizo poco para conservar la ventaja y tenía pocas premisas para asustar más al rival. Su principal instrumento era Reyes, que rindió a un nivel espectacular, ayudó en defensa y en la primera línea del centro del campo. futbolista que vuelve a nacer en el Atlético, ese equipo que hace no más de 2 meses le abucheaba la afición. Agüero ya tiene a alguien de su misma clase. Con ellos, el ataque es enorme y se echó de menos en la segunda parte. No salió después del descanso por problemas físicos y ahí fue donde perdió el Atlético. Antes fue Valera, que dejó su sitio a Perea, recibido con una gran ovación.
Los de Quique estuvieron cómodos hasta la recta final, cuando De Gea demostró la gran calidad que atesora. La portería queda patente para mucho tiempo. Salvó varias veces a los rojiblancos: sacó una mano a un disparo envenenado por Marcelo
Con Jurado por Reyes, el Atlético perdió efectividad e intensidad y casi no asustó al rival. Se vio superado reanudado el descanso. El que cambió de rumbo y pieza clave el equipo fue Xabi Alonso. Empató a los tres minutos, al aprovechar un cabezazo de Albiol y grave error de la defensa atlética.
Instantes después llegó la jugada de la noche. Xabi Alonso cedió a Arbeloa, que desbordó con facilidad a Antonio López y Domínguez para batir a De Gea con calidad. Prodigioso.
Se reanimó Higuaín, que avisó primero con un remate al larguero y firmó a continuación el tercero del Madrid. Para ello aprovechó el regalo de la defensa del Atlético.
El partido se rompió y el Madrid aprovechó para llevarlo a su terreno. Pero no contó con la actuación ilógica de Xabi Alonso, que provocó un penalti, al que transformó Forlán. El Atlético, cansado físicamente, pero no pudo arañar ningún punto.
Pellegrini decidió sacar a la veteranía y la experiencia de Guti y Raúl para mantener el final del choque. Sustituyeron a Van der Vaart y Granero, que volvió a desilusionar, y al que puede ser el último derbi de su carrera. Sergio Ramos y Xabi Alonso pensando en el partido frente al Barcelona, vieron la tarjeta amarilla y no podrán jugar contra el Racing de Santander.
El Real Madrid parece que prefiere aguantar los partidos de sufrimiento, que son, a la vez, de orgullo por las remontadas. Se siente favorable en esas situaciones, que las arregla de una manera espantosa. Ese orgullo le recurre continuamente. Un orgullo dañado es el que exige reaccionar en el marcador y así rompe a los rivales. Empieza a satisfacerle las remontadas. Aunque esto conlleva que un día se tropezará más de una vez, pero frente al Atlético dejó las frustraciones y complicaciones.
El Atlético desesperó al rival, que al final de la primera parte iba ganando, pero la segunda mitad le remontó para terminar ganando por 3-2 y conservar intactas las opciones de Liga.
El Atlético comenzó hiriendo al rival, ya que Reyes le marcó en el minuto 9. Agüero le cedió el balón dentro del área, para que el andaluz resolviera con comodidad con la zurda. Buen susto se llevó la parroquia blanca. Pero si hablamos de un equipo, que sabe remontar partidos que nadie ve, la incertidumbre se adueñaba en el Bernabeu.
En el primer tiempo, el Atlético sobrevivió sin esforzarse. Apenas necesitó hacer mucho para mantener al rival en un laberinto sin salida. Al principio, la superioridad del Real Madrid quedó constante, con una presión en el centro del campo y no dar salida al balón del Atlético. Cuando la pelota no se encontraba en los pies de Tiago, el Atlético sufría. Pero también, en la primera mitad, el Real Madrid tuvo muchas complicaciones para imponerse a la presión atlética.
El Real Madrid no combinaba con los jugadores, los futbolistas no se asociaban y el ataque se presenciaba con acciones individuales. A partir del gol de Reyes, el Real Madrid era Cristiano Ronaldo contra el mundo. Una situación que se repite con frecuencia. Jugador que se le busca en los momentos duros. No puede hacerlo todo, coger el balón y driblar a todos los jugadores rivales. Y los demás jugadores se quedaban mirando. El Atlético hizo poco para conservar la ventaja y tenía pocas premisas para asustar más al rival. Su principal instrumento era Reyes, que rindió a un nivel espectacular, ayudó en defensa y en la primera línea del centro del campo. futbolista que vuelve a nacer en el Atlético, ese equipo que hace no más de 2 meses le abucheaba la afición. Agüero ya tiene a alguien de su misma clase. Con ellos, el ataque es enorme y se echó de menos en la segunda parte. No salió después del descanso por problemas físicos y ahí fue donde perdió el Atlético. Antes fue Valera, que dejó su sitio a Perea, recibido con una gran ovación.
Los de Quique estuvieron cómodos hasta la recta final, cuando De Gea demostró la gran calidad que atesora. La portería queda patente para mucho tiempo. Salvó varias veces a los rojiblancos: sacó una mano a un disparo envenenado por Marcelo
Con Jurado por Reyes, el Atlético perdió efectividad e intensidad y casi no asustó al rival. Se vio superado reanudado el descanso. El que cambió de rumbo y pieza clave el equipo fue Xabi Alonso. Empató a los tres minutos, al aprovechar un cabezazo de Albiol y grave error de la defensa atlética.
Instantes después llegó la jugada de la noche. Xabi Alonso cedió a Arbeloa, que desbordó con facilidad a Antonio López y Domínguez para batir a De Gea con calidad. Prodigioso.
Se reanimó Higuaín, que avisó primero con un remate al larguero y firmó a continuación el tercero del Madrid. Para ello aprovechó el regalo de la defensa del Atlético.
El partido se rompió y el Madrid aprovechó para llevarlo a su terreno. Pero no contó con la actuación ilógica de Xabi Alonso, que provocó un penalti, al que transformó Forlán. El Atlético, cansado físicamente, pero no pudo arañar ningún punto.
Pellegrini decidió sacar a la veteranía y la experiencia de Guti y Raúl para mantener el final del choque. Sustituyeron a Van der Vaart y Granero, que volvió a desilusionar, y al que puede ser el último derbi de su carrera. Sergio Ramos y Xabi Alonso pensando en el partido frente al Barcelona, vieron la tarjeta amarilla y no podrán jugar contra el Racing de Santander.
*Artículo publicado en todofutbol.cl
Foto: eurosport.com
Firmado: Iñigo Gómez
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