domingo, 31 de enero de 2010

El Madrid se impone a sus fantasmas

Como muchos decían en la previa del partido, ésta podía ser la jornada en la que el Madrid de Florentino hincara la rodilla en la lucha por la Liga. No fue así, ya que los madridistas consiguieron imponerse con relativa comodidad en un estadio en el que no ganaban desde hace 19 años. Lo hicieron con hechuras de gran equipo, dominando el juego y comandados por el simpar Guti ( que volvió a mostrar su mejor cara rodeado de "peloteros": Granero, Xabi Alonso y Kaká, por ese orden de importancia ). Ni siquiera las bajas de Cristiano Ronaldo y Lass repercutieron en un equipo que, definitivamente, debe apostar por el pivote único y los centrocampistas verticales ( en lugar de extremos rápidos de los que no dispone ) en casi cualquier campo. Y le saldrá bien.

El Depor decepcionó teniendo en cuenta los precedentes históricos, y careció de la personalidad y el arrojo, del que normalmente anda sobrado, para plantearse seriamente seguir con la maldición madridista. Es más, los de Lotina estuvieron condicionados en todo momento por la voluntad del equipo merengue: si subían el pistón los coruñeses ni la olían y si lo bajaban ( como en la recta final del encuentro con 0-2 ) se les concedía alguna esperanza. Carente de argumentos futbolísticos, los locales vieron como la pegada de Benzema y la genialidad de Guti ( menudo taconazo en el segundo gol ) contrarrestaban cualquier posibilidad de tirar de la épica. Incluso con el penalti que marcó Ricki las posibilidades seguían siendo mínimas.

Finalmente, un duelo desequilibrado sobre el papel que también lo fue en el marcador, a diferencia de años anteriores, en el que el Madrid sigue vivo en su lucha por cazar al Barça. Los culés no cedieron y siguen sumando de tres en tres, manteniendo su diferencia de cinco puntos. Ninguno de los dos parece dispuesto a conceder ni un centímetro de ventaja a su adversario, al eterno enemigo. Sin duda apasionante, aunque se echa en falta un animador de este duelo.

Firmado: PABLO VEGA.

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