El Barça gana por insistente

El FC Barcelona conquistó ayer su tercera Supercopa de Europa tras derrotar por 1-0 al Shakhtar Donest, vigente campeón de la UEFA.

Fue un partido típico de los que se juegan en pretemporada y estrechamente vinculado al hecho de ser una final entre dos equipos campeones y con estilos diferentes.
El paso de los minutos hizo que estos planteamientos, debido al gran cansancio físico, se agudizaran y así el equipo catalán tuvo una posesión altísima y cada vez embotellaba a los ucranianos en su propio campo con más frecuencia.
Sin embargo, es verdad que quitando un momento concreto de la primera parte, cuando Messi y Henry pusieron en aprietos a Pyatov, las ocasiones brillaban casi por su ausencia.

Tampoco ayudaba el defectuoso estado del terreno de juego ni la falta de fluidez en las transiciones a un Barcelona que sólo sabía realizar ataques estáticos y que pecó ( a excepción de Messi ) de imaginación en sus jugadas ofensivas.
El Shaktar se manejaba con soltura en esta situación, bien plantado y poco exigido por los azulgrana, pero con el paso de los minutos el físico ucraniano estaba cada vez más gastado, al igual que el de los españoles, y el juego se convirtió en una sucesión de errores en el que todo se decidiría en una jugada individual de uno de los dos conjuntos.

Messi se echó al equipo a sus espaldas y, ya en la prórroga, con el acompañamiento de Pedro y Bojan ( que relevaron a Ibrahimovic y Henry, respectivamente ) fue el que fabricó esa jugada en combinación con el primero.
Pedro la inició desde la banda izquierda, conectó con Messi que al borde de la frontal se libró con un pase magistral de tres defensas y habilitó al tinerfeño para que batiera la portería ucraniana en un buen remate con la diestra. Era el minuto 115 y, de no ser por esta genialidad, el partido se hubiera visto abocado, como así parecía a una tanda de penaltis que, al menos, hubiera puesto emoción a un partido decepcionante y bastante aburrido.

Así pues, el Barça consigue su quinto título en este año 2009 y parece prolongar la racha triunfal del año pasado. Como curiosidad, Chygrynskiy disputó ayer su último partido con la camiseta del Shakhtar y lo hizo precisamente frente a su futuro equipo el Barcelona. Parece ser que el acuerdo por él, valorado por 25 millones de euros, era también un pacto para que jugara este partido en concreto, pese a lo extraño del asunto.