Como pasa todos los años, y más en éste en el que nos espera un Mundial, a mediados de agosto las selecciones y los equipos empiezan con los tests más serios antes de jugar los primeros partidos oficiales en septiempre.
Ayer fue jornada de amistosos internacionales, como el interesante Rusia-Argentina (2-3) con destacada actuación del Kun Agüéro, la victoria de Brasil en Letonia con gol de Luis Fabiano y el empate entre dos selecciones europeas punteras como Inglaterra y Holanda (2-2).
En este grupo de partidos, España se encontró jugando la pasada noche contra Macedonia en Skopje y, tal como transcurrió el encuentro, sirvió para extraer muchas más conclusiones que las que estaban previstas.
De inicio Del Bosque apostó por un 4-4-2 en el que Xabi Alonso y Xavi formaban el doble pivote y Silva junto con Cazorla ocupaban las bandas, además de la participación de Villa y Torres arriba. Un equipo sobre el papel superior a la débil selección macedonia.
Sin embargo, un inicio titubeante y la falta de acierto ( o de forma física ) de algunos jugadores, así como una defensa excesivamente adelantada, propiciaron que los macedonios golpearan primero por mediación de Pandev.
Lo peor de España era su imprecisión en el centro del campo, su falta de inspiración ofensiva ( Villa careció del acierto de otras noches ) y su falta de velocidad en la defensa. Especialmente significativo es que los dos goles de Pandev, delantero hábil, fueran en jugadas al borde del fuera de juego en el que la defensa no supo como anticiparse. Las combinaciones de Popov, Stojkov y el propio Pancev hacían sufrir a una España irreconocible.
El seleccionador decidió, con buen criterio, cambiar el dibujo del equipo y mover el banquillo tras el descanso. Especialmente fueron afortunados los cambios de Busquets por Alonso, Riera por Cazorla y Cesc por Villa. Ésto significaba volver al 4-5-1 con el que jugamos la semifinal y la final de la Eurocopa con tanto éxito.
A partir de ahí, la Roja volvió por sus fueros y demostró su superioridad técnica en los primeros once minutos de la segunda mitad cuando marcaron Fernando Torres, Cesc y Riera. El último tanto, dedicado a Jarque por parte de su ex compañero, fue el colofón a una remontada fulminante que la selección supo conservar con cierta solvencia y tranquilidad hasta el final del encuentro. Incluso se permitió el lujo de dar entrada a dos debutantes como Diego López en la portería y Monreal, el lateral osasunista, por Capdevila.
Así pues, el contraste y la diferencia del juego entre las dos partes demuestra cual es la linea que mejor conviene al equipo nacional: poblar el centro del campo y tener una ( mejor que dos ) referencia arriba.
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