Ayer el Camp Nou presidió un gran partido, no sólo por el buen juego que ofreció como viene haciendo desde la campaña pasada, a pesar de no tener disponibles a Messi e Ibra. Pero "Pedrito", o "Don Pedro" como debería ser llamado, fue el alma de este equipo. Su gol junto al de Piqué dieron el triunfo a los de Pep, quienes no dejaron tocar balón al Inter.
Además del fútbol en sí ayer era un partido con morbo. Eto´o volvía a la que siempre fue su casa y recibió una gran ovación por parte del público. Figo, el irreconciliable enemmigo culé, estaba en el palco como representante del Inter de Milan. Y en el banquillo se sentó José Mourinho, ex-entrenador del Barcelona B (al que bajo de categoría), como técnico del Inter.
Era un partido especial en el que se demostraron las cosas tal y como son.
El Barcelona sabe jugar al fútbol de todas las maneras, ya sea con Pedrito o con Messi. Eto´o sigue siendo querido en el Camp Nou a pesar de haber salido por la puerta de atrás. Figo, por su parte, continúa siendo odiado por su cambió al eterno rival. José Mourinho se marchó habiendo aprendido la lección.
En definitiva, el Barça sigue ganando juege quien juege y pasa sin problemas a los octavos de final de la Champions.
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