jueves, 29 de abril de 2010

Frustración culé y el triunfo de Mourinho

Por Pablo Vega


No pudo ser. Este año le tocó la cruz al Barcelona y el cerrojazo del Inter de Mourinho ( uno que se las sabe todas ) le quitó las opciones de remontar. Los italianos consiguieron que su fútbol triunfara frente a un Barça que decepcionó y fracasó contra sí mismo.


La previa del partido insistía en la opción de convertir al Camp Nou en un infierno para conseguir la remontada. Así fue y el público cumplió con creces, pero el Barcelona volvió a olvidarse a jugar el fútbol dinámico de siempre y cayó en una letanía que también ocurrió en la ida.


Los visitantes, ya desde el principio, se agazaparon alrededor de su área y apostaron por el juego físico y rápido a la contra. El Barcelona empezó a tocar sin peligro, pero lógicamente se hizo con el dominio del partido ante la incoparecencia de su rival. Sin embargo, un duelo cansino y en una única dirección, el encuentro pareció romperse cuando Motta fue expulsado por una rigurosa roja directa al soltar un manotazo a Busquets en el minuto 28.


En ese momento, el duelo se agitó y no volvió a calmarse hasta el final. El Inter aplicó una solución jacobina y radical: todos atrás y patadón para arriba. Aguantar una hora era su objetivo, que el Barcelona se desorientara y no encontrara el fútbol que tan lejos le ha llevado en los últimos dos años. Y lo consiguió, para desgracia de los espectadores, que tuvieron que tragarse un partido tenso pero con poco juego.


Los de Guardiola no hallaron un Xavi, un Messi, un Iniesta ( se le ha echado de menos en esta eliminatoria ) y mucho menos un Ibrahimovic que les mostrara el camino. Sólo el esfuerzo supremo de un grandioso Piqué hizo que hubiera emoción con un gol demasiado tardío.


Demasiado tarde. Demasiado obcecado en su juego de toque sin profundidad, sin alternativas en el ataque y sin saber aprovechar la superioridad numérica. Una decepción que le conduce a una eliminación justa. El Inter fue el Inter y el Barça no fue el Barça, por eso pasó quién pasó. Duela a quien le duela, esa es la verdad.


El 22 de mayo, en el Bernabéu, Inter-Bayern, Mourinho contra Van Gaal, Sneijder contra Robben. Al final la final puede ser bonita, aunque ningún español haya llegado a ella.

No hay comentarios: