domingo, 2 de mayo de 2010

Xavi y Messi nunca se derrumban

Por PABLO VEGA.


Todo lo que se diga sobre ellos dos ya se ha comentado mil veces, pero es indispensable volver a hablar de ellos en un partido en el que el Barça se jugaba media liga y el Villarreal la posibilidad de asentar su puesto europeo. Sus apariciones ( tras su "desaparición" en la semifinal contra el Inter ) lideraron a un Barcelona que demostró las virtudes que le llevaron tan lejos el año pasado.


Se puso Guardiola la alineación por montera y convirtió a la cantera en su referente para morir con las botas puestas. La jugada le salió de cine por la recuperación para la causa de Xavi ( tocado y con una rotura de 3 cm. en el sóleo ) y Messi ( con dos goles tras un par de semanas sin marcar ). También Bojan estuvo muy activo, participativo y matador en la jugada en la que prácticamente él sólo dejó sentado a Gonzalo con un autopase, culminando con el 0-3 una primera parte que empezó dando otra impresión.


Dueño del balón, al que movía con la fluidez de sus mejores días, el Barça percutió varias veces hasta quitarse los fantasmas que le persiguen desde el miércoles. Por su parte, el Villarreal tuvo sus opciones merced a una temblequeante y dubitativa defensa visitante, cuya falta de coordinación fue, por momentos, la principal fuente de ocasiones para un excesivamente fallón Nilmar.


No obtuvo premio el Villarreal por su fe inquebrantable y un juego también rápido, pero demasiado acelerado frente a un equipo que siempre la tocó con criterio de un lado a otro del campo, buscando las aperturas de Alves, la inspiración de Messi ( en el juego en la finalización de jugadas ) y los pases al hueco de Xavi hacia Bojan y Pedro.


En la segunda mitad Llorente acortó distancias y tuvo que ser el virtual Pichichi y Bota de Oro quien certificara la victoria culé. Mientras, Guardiola dio entrada al defenestrado Ibrahimovic y sustituyó a Busquets, que protagonizó un lance extraño en el que todo el mundo dio por hecho su expulsión cuando la amarilla era para Llorente. Cosas de Teixeira,


En definitiva, los barcelonistas supieron aguantar la presión y reacerse después del fracaso del miércoles, jugando a un buen nivel y goleando a un Villarreal que pecó de impreciso y de precipitado. Además, yendo al descanso con un 0-3 se había puesto demasiado cuesta arriba como para una remontada de las que pocas veces se producen en el fútbol.


Así pues, victoria justa pero resultado un tanto abultado viendo los méritos de ambos. Partido en el que el Barça recuperó su mejor versión, lo que le sirve para llegar a los 90 puntos y dejar la pelota en el tejado del Madrid, que ya no puede fallar en los cuatro duelos que le quedan.
Foto: marca.com

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