Por Pablo Vega.
Se habla, se cuestionan, se preguntan los madridistas sobre las intenciones de Mourinho para el próximo año: ¿ cuenta en su plantilla con Raúl ?, ¿ recuperará a Kaká y Benzema ?, ¿ en qué posición jugará Ronaldo ? y, sobre todo, ¿ cuál va a ser el estilo de juego del nuevo Madrid ?
De momento, teniendo en cuenta las altas, posibles y seguras, más las escasas bajas confirmadas, el técnico portugués cuenta con una amplia plantilla en la que muchas variantes le permitirían realizar innumerables combinaciones y apostar por diferentes estilos: el juego vertical aprovechando la verticalidad de sus jugadores, entrar por las bandas, apostar por el toque o blindar el centro del campo con más de un jugador de corte defensivo.
Como este año las incorporaciones no han sido de relumbrón, el aficionado espera unas tácticas coherentes con el entrenador mejor pagado del mundo y para muchos el mejor. Que duda cabe que Mou se ha ganado el suficiente crédito como entrenador como para dirigir el proyecto de un Real Madrid que espera romper dos años de sequía con esas incorporaciones tan necesarias en un centro del campo algo escaso: Pedro León, Canales, Di Maria y, seguramente, Khedira.
Sin embargo, una de las principales virtudes del de Setúbal, a juicio del que escribe, es adaptarse a las condiciones perfectamente. Sabe utilizar a los jugadores, se familiariza con la Liga ( aunque él diga que conectó mejor en Inglaterra sólo hay que ver la admiración entre los seguidores del Inter ), trabaja tácticamente a la perfección a sus conjuntos y carga con la presión sean cuales sean las circunstancias.
Si los éxitos son suyos, los escasos fracasos también. Los jugadores son piezas importantes de un equipo "de autor". Aun así, su capacidad de entendimiento con los jugadores es total, lo que les permite rendir por encima de sus posibilidades en muchas ocasiones y reconocer el trabajo del míster siempre que pueden. La única excepción a esto quizás sea el controvertido Ibrahimovic, que también se ha convertido en una patata caliente para la supuesta némesis mourinhana, Pep Guardiola. Aun así, las diferencias entre ambos entrenadores no son tan acusadas como alguno hace ver.
Nadie puede negar que los dos son unos obsesos del fútbol, perfeccionistas, les gusta la disciplina y no se andan con rodeos si algo no funciona en el vestuario. Ambos mantienen una relación privilegiada con los medios, a quienes manejan lanzando mensajes que les permiten llamar la atención sobre ciertos aspectos y liberar de presión al grupo. Son reconocidos como líderes en el vestuario, y se han creado una imagen ganadora y de éxito que pocos son capaces de igualar.
¿ Diferencias futbolísticas ? Cuestión de jugadores, seguramente. No se puede decir que ninguno de los dos desprecie el aspecto defensivo ( recordemos que el Barça ha acabado estos dos años como el equipo menos goleado ), que no favorezcan la presión y, cuando hay calidad, los jugadores de arriba saben soltarse y protagonizar grandes encuentros: el Chelsea triunfador de hace unos años tenía una rapidez y una voluntad atacante mucho mayor que el vulgar catenaccio del Inter el año pasado.
Sin la llegada de Maicon, parece ser que Mourinho confiará en Sergio Ramos para la banda, especialmente si sigue al notable nivel mostrado en el Mundial. Si los laterales suben tanto, especialmente por la banda diestra ( aunque todavía falta por saber que pasa en el lateral izquierdo ), seguramente el entrenador madridista fortalecerá el centro del campo con la pareja Khedira-Xabi Alonso o con alguno de los Diarrá.
El ataque será ocupado por gente de banda, aunque pueden jugar en otras posiciones y delanteros que tengan un gran juego de espaldas y con disparo lejano: el prototipo sería Drogba, pero Higuaín e incluso Cristiano pueden adaptarse perfectamente a algo más directo. Benzema es un caso aparte, puesto que su indolencia defensiva le quita papeletas como para jugar de inicio.
De todas maneras, todavía queda mucho por ver: las incorporaciones y salidas restantes, el papel de los más jóvenes en este proyecto ( todo depende si Canales o Pedro León logran dar el salto de calidad que, por ejemplo, le ha faltado a Granero ), etc. Algo si creo que es claro: la disposición táctica y el estilo la darán los jugadores y es imposible que sea igual que el Barcelona porque el Madrid no dispone de esos jugadores. Esto hubiera cambiado de incorporar a gente como Cesc o Silva, pero no es el caso.
Esperemos que el duelo de la próxima temporada lejos de ser aburrido para la mayoría, sea la demostración de que dos grandes equipos, cada uno con sus armas, puede llegar a lo más alto. En la variedad para llegar al éxito está uno de los principales motivos del éxito de este deporte, en un permanente debate que encarnan diversas filosofías como las que representan Mou y Pep.
No hay comentarios:
Publicar un comentario