Conociendo de antemano el planteamiento del Almería en el Camp Nou, Guardiola no supo plantear nuevas alternativas a la idea de Hugo Sánchez y el conjunto almeriense se convirtió en el más incómodo rival del Barça en lo que llevamos de Liga.
El mexicano dispuso a sus hombres con la clara idea de anular a las figuras y al juego del equipo culé, y hubiera conseguido un exitoso empate de no ser por la inspiración de Pedro.
En cambio, casi todo lo demás el Almería lo hizo como estaba planeado: Xavi recibió un constante marcaje por parte de Chico, Messi e Ibrahimovic tuvieron una de sus tardes menos afortunadas, Alves no apareció en sus habituales internadas en ningún momento, etc.
Guardiola apostó por Iniesta desde el principio y reservó a Henry ( todavía renqueante de su lesión ) y los africanos, probando así el equipo titular del Barça en el mes de enero, cuando falten ambos. La idea pareció aceptable en un primer tiempo en el que el conjunto catalán mantuvo opciones de marcar gracias a destellos de sus individualidades, pero cuando éstas bajaron la persiana en el segundo tiempo, el partido se acabó convirtiendo en un tostón.
Atosigado por el Almería, los locales acabaron jugando con los africanos y Piqué ( que había cedido su sitio en el once a Márquez ) para evitar males mayores debido a lo corto de resultado.
Pese a que el Almería no creó ocasiones de peligro, el Barça estuvo a punto de regalar dos puntos en un encuentro que podría servir a sus próximos adversarios para estudiar como pararles.
Finalmente, sólo el golazo de Pedro animó una tarde insulsa en el Camp Nou.
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