Ayer se jugaban los dos partidos restantes de los cuartos de la Champions League, se enfrentaron en el Emirates Stadium londinense el Arsenal y Villareal, un partido difícil para los españoles debido a que el Arsenal no ha perdido en su campo desde que fue inaugurado en 2006.
El partido de ayer fue un auténtico recital de los de Wenger, que liderados por Cesc, tardaron sólo 9 minutos en abrir la lata. Un magnífico taconazo de Cesc dejó a Wlacott solo ante Diego López, al que batió con una gran vaselina. El partido estaba dominado por los del Arsenal, mientras el Villareal se mostraba cada vez más inseguro y no encontraba la manera de llegar a la meta rival. Sin apenas crear ocasiones. Se notaban las bajas de Santi Cazorla y Marcos Senna.
La segunda parte sólo sirvió para certificar la superioridad del Arsenal y que el Villareal no se encontraba agusto, no era capaz de desarrolar su juego y eso servía para que el Arsenal buscase aumentar el marcador a su favor. En el minuto 60 Van Persie vió solo a Adebayor dentro del área, balón para el togoles y lanzó un tiro cruzado a la portería que defendía Diego López. Era el 2-0 para el Arsenal. Ante el dominio de los gunners, el Villareal vió como se esfumaba su sueño de venganza y poder estar entre los cuatro mejores de Europa. Y fue en el minuto 69 cuando el árbitro pitó un penalty inexistente de Godín (que recibió la segunda amarilla y se fue a la calle) a Walcott, Van Persie se encargo de transformarlo y poner el 3-0 definitivo en el marcador.
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