La indignación en Huelva no tiene límites después de la nefasta actuación del colegiado Bernardino González Vázquez, que arbitró el jueves el partido Villareal-Recreativo.
El encuentro terminó 2-1 para los locales, que remontaron el gol inicial del Recre con dos zarpazos de Joseba Llorente y Cani.
Las quejas onubenses derivan de que ambos goles no deberían haber subido al marcador: el primero por ser fuera de juego y el segundo porque el balón no llegó a entrar en la portería visitante.
Además, afirman que jugadores como el central Gonzalo deberían no haber terminado el partido y que González Vázquez les birló un penalti por un agarrón que sufrió Lamas dentro del área.
Tanto el presidente Francisco Mendoza como el entrenador Lucas Alcaraz expresaron después del encuentro su clara disconformidad por la actuación arbitral: “Ha sido un robo”-dijo el presidente con evidente cabreo-”Los árbitros acabaran echándome del fútbol”.
Por su parte, el míster recreativista afirmó en la rueda de prensa posterior al partido que “el Recreativo es un equipo Decano del fútbol español que merece más respeto del que nos dan”, y afirmó que la delicada situación del equipo se complica aún más porque “tras mucho esfuerzo, vemos que todo es en contra y todo son complicaciones”.
Igualmente, ayer se publicó un comunicado de la Federación de Peñas del Recreativo para manifestar “su máxima indignación ante lo que calificamos de bochornosa e inaceptable falta de respeto del colectivo arbitral al Real Club Recreativo de Huelva “ y para anunciar que para el partido del domingo en el Nuevo Colombino colocaran una pancarta negra en el fondo donde pondrá: “Nosotros no hablamos de los árbitros, ellos hablan por sí solos”.
Las quejas de la masa social onubense ante los árbitros es una constante en esta temporada, ya han sido numerosas las veces que los colegiados han sido culpados de las derrotas del equipo.
Por otro lado, nos llama la atención la inesperada historia de un chaval de 18 años llamado Silvio que actualmente participa en el ForoRecre y que hace a gala su constante fidelidad a los colores del Decano. Tal es así que el presidente Mendoza le va a hacer llegar llegar una camiseta de la presente temporada y el carnet de socio. La particularidad de Silvio es que vive en Castelar, provincia de Buenos Aires.
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