El Barcelona llegaba a Malaga mirando al Madrid por el retrovisor. Después del partido en el Bernabeu, el Madrid se había colocado líder virtual de la Liga. Así pues, los jugadores de Guardiola deberían de ganar para mantener la racha imbatible de victorias. Pero el comienzo no fue para nada cómodo y se preveía un partido de sufrimiento en el equipo azulgrana.
Atascado, sin un referente arriba, por la inactividad de Henry. Este jugador a los 10 minutos sintió molestias en el abductor, por lo que tuvo que ser sesutituido por Ibrahimovic. Guardiola cambió los planes que tenía previstos. Además le funcionó sorprendentemente bien, ya que al segundo intento del sueco materializó un gran pase de Messi en el min. 38. El 1-0 subía al marcador en medio de un partido trabado y complicado para un Delgado Ferreiro, que no estuvo a la altura. El final de la primera parte concluía con este resultado, que asentaba el dominio azulgrana.
El segundo período fue dueño y señor del partido, que intentó denodadamente batir al portería contraria, puesto que la suya no se encontraba en peligro. El Málaga, inmerso en una espiral negativa, de los 3 últimos, bajó los brazos y sacó las piernas a pasear. Welligton, defensa central del Málaga, no estaba por labor de dejar pasar a los delanteros azulgranas y empleó la fuerza para hacer continuas faltas e incluso agredir a Piqué en un corner. Afortunadamente el cambio de Piqué por Chigrynskiy, tuvo su recompensa con el gol de cabeza de Piqué en una falta centrada por Xavi, mientras Touré empujaba a Juanito, sin que el árbitro se diera cuenta.
A partir de ahí, Messi intentó lograr su gol para coger ventaja en la lucha por el Pichichi, pero no lo consiguió. El Barcelona cedió el liderato al Madrid, por la diferencia de goles encajados.
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