Ya sabíamos que Letonia no era un rival para extraer conclusiones, pero sí para asegurar certezas: España jugará el Mundial de Sudáfrica tras golear ayer y después del empate entre bosnios y turcos que descartaba a ambos de una casi imposible lucha por la primera plaza.
Del Bosque introdujo algunas novedades para refrescar al equipo que deslumbró contra Bélgica, básicamente la presencia de Cesc y de, sobre todo, el recuperado Senna.
De alguna manera, se notó este cambio y España tardó una media hora en encontrar el ritmo adecuado a un partido frente a una selección que nunca dio impresión de buscar más que un empate a nada.
Así pues, hubo de aparecer el genio del mejor el otro día, Silva, para que, en una combinación al borde del área, el catalán acabará enviando el balón al fondo de la red. Roto ya el partido, parecía que la selección se dejo llevar por la inercia del juego y acabó fallando unas cuantas ocasiones que hubieran dejado todo resuelto antes del descanso. Sin embargo, Torres y Villa no tuvieron una buena noche y fueron los habitualmente suplentes y los jugadores de segunda línea los que desnivelaron el partido.
En la segunda parte, Del Bosque cambió el 4-3-3 por un 4-5-1 con Guiza en punta y Cazorla y Mata en las bandas ( que sustituyeron a Villa y Silva, respectivamente ) sabiendo el escaso riesgo de Letonia. Ya en la recta final del partido, y como remate de la fiesta que supone cada partido de esta selección, Cazorla y Mata, en dos jugadas individuales pusieron el 3-0 en el marcador.
Ya tenemos el billete para Sudáfrica, ahora es cuando ya podemos empezar a soñar con lo que conseguiremos con el potencial que tiene este equipo.
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