lunes, 16 de agosto de 2010

La Liga sigue sin ser el gran espectáculo que debiera

Por Pablo Vega.


Más que por la calidad media de los equipos, el factor diferencial que sitúa a la Liga inglesa por delante de la española es la competitividad entre los equipos punteros. Si nos fijamos, simplemente analizando los semifinalistas de los últimos seis años más o menos ( desde que se produjo el declive europeo de los galácticos, del que todavía está por ver si el Madrid se ha recuperado ) llegamos a esa conclusión: sólo un gran Barça como el actual o el de la 2005-2006 pudo retener un título que normalmente se encuentra en manos italianas o inglesas.


Uno se da cuenta al constatar que entre los semifinalistas ingleses de los últimos años se encuentran Manchester, Chelsea, Arsenal o Liverpool ( los cuatro grandes de los últimos años ), en los italianos el Milan o el Inter y en España...el citado Barça y el Villarreal de Pellegrini.


Si a ello le sumamos la presencia en ciertas ocasiones de la Juve y la Roma en cuartos, mientras que el Valencia fue el único club español que cayó en esa ronda, se podría llegar a concluir que en los últimos años hemos sido "casi" la tercera Liga. Las decepcionantes actuaciones de otros clubes que, curiosamente, luego sí que han demostrado un nivel medio-alto muy bueno ( Atlético y Sevilla ) remarcan que nuestro estado actual dista de ser el mejor posible.


Más que nada porque vamos encaminados a un duopolio en el que, si nadie lo remedia, los próximos años todos los títulos de Liga se decidirán entre madridistas y culés. Las ya reconocidas diferencias económicas permiten, por ejemplo, que los catalanes hayan fichado lo mejor de otros clubes españoles como en los casos de Villa y Alves, mientras que el Madrid intenta pescar lo mejor de otras Ligas: Kaká, Cristiano, Benzema, etc.


Aun así, curiosamente, los rivales no se resienten en exceso y vuelven a regenerarse con una meritoria rapidez, aunque es posible que en un primer momento lo acusen. Aun así, el salto de calidad del Barça y el Villarreal no se produjo realmente por los fichajes caros y desorbitados, si no porque se trabaja la cantera añadiéndola alguna incorporación extranjera de suficiente importancia como para merecer la pena: Eto'o, Forlán, Ronaldinho, Riquelme....


Ahora, tanto Guardiola como Mourinho, seguramente también apremiados por una política de austeridad completamente opuesta a lo que pasó el último verano, se apoyan en los jóvenes y en valores emergentes, rechazando incorporaciones de gran costo económico si no mejoran realmente lo que tienen. Veremos si la jugada les sale bien.


Por su lado, el dinero de las ventas valencianistas se ha invertido en jugadores con futuro pero ciertamente contrastados. Otra cosa es que Emery consiga armar un equipo lo suficientemente sólido, con tantas incorporaciones importantes y la marcha de sus dos mejores hombres. Aun así, la política que se ha seguido parece la más razonable posible.


El Atlético seguramente es el que más expectativas ha levantado este verano. Con el título europeo, las altas que cubren los diferentes puntos negros del equipo ( Filipe Luis, Fran Mérida, Godín o Mario Suárez ) y la aparición de una buena hornada de canteranos, el club colchonero es el más probable, aunque no seguro, candidato para la tercera plaza.


Mientras el Sevilla ha conseguido retener a sus mejores piezas, sin descartar alguna incorporación que de más amplitud a la plantilla que al año pasado realizó una notable temporada. Por su parte, la clase media-alta del Villarreal y el Getafe es muy probable que se resientan de sus importantes bajas y de la competición europea, a la que aspiran a llegar lejos.


Los demás clubes están, en una palabra, tiesos. Entre los que acaban de ascender el más sólido parece la Real, mientras que entre los de la parte media-baja sólo el Sporting parece haber hecho un esfuerzo para mejorar lo que tiene. Los demás no han podido o no han sabido hacerlo, así que no sería de extrañar que muchos se mantuvieran en un nivel similar al del año pasado o que incluso retrocedieran ( Depor, Racing, Mallorca y la incógnita del Málaga ). Por otra parte, la ultracompetitividad de conjuntos como el Osasuna o el Espanyol seguramente les permitirá mejorar lo poco que aparentemente tienen.


Pero aun así, y sabiendo que muchos conjuntos tienen menos nombre que la clase media europea ( Génova, Lazio, Nápoles, Parma, Udinese, Aston Villa, Everton, Fulham, West Ham o Newcastle ), el problema son un reparto poco equitativo y coherente del dinero derivado de las televisiones, además de una falta de organización colectiva que impulse al conjunto hacia unas cotas más altas, como las que se consiguieron hace unos diez años.


El poderío mediático está claramente en entredicho porque, como ya hemos dicho, son pocos los clubes que consiguen despuntar y, además, los medios se centran poco en ellos, porque todo parece reducirse a la eterna disputa Madrid-Barcelona, devaluando el resto de la competición.


Al final, el seguidor español de estos equipos puede estar muy contento por lo suyo, pero viendo al resto uno piensa que debería por lo menos haber una alternativa sólida para ganar, y que el sistema está mal organizado, puesto que no lo permite. Las posibilidad son mucho más diversas incluso en los países de nuestro entorno, especialmente en las otras tres Ligas a las que vamos a hacer seguimiento desde este blog.


De nada sirve considerarse el mejor en su casa si no lo demuestras fuera de ella, así que muchos deberían aplicarse para demostrar más de lo que tienen y, en cuanto a los medios y estamentos de nuestro deporte, implicarse para que no pasen desapercibidos los logros de los demás. Así conseguiremos una mejor Liga, que tenga repercusión internacional más allá del Madrid-Barça de turno.


Sólo hay que viajar al extranjero y darse cuenta de que camisetas llevan mayoritariamente los fans de todo el mundo: de clubes de la Premier League. Mientras, el único club español que aguanta el tirón es el Barça y los demás, por su falta de éxitos reciente, pasa desapercibido para casi todos. Una prueba palpable de que, de no ser por el extraordinario ejemplo de muchos clubes españoles ( que rinden por encima de sus posibilidades económicas ) y por el modélico triunfo de la selección española, no seríamos la segunda liga más destacada, sino la tercera o incluso la cuarta.

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