domingo, 22 de agosto de 2010

Un equipo engrasado puede a un equipo cansado

Por Pablo Vega.




Guardiola maneja pocos jugadores. Es un secreto a voces que el Barça, a no ser que suceda algo que podríamos catalogar de "sorprendente", se va a quedar como vimos en la vuelta de la Supercopa ( en la que dio una demostración de fuerza frente a un Sevilla apático, descentrado y sin sus mejores hombres ).



A pesar de lo que muchos opinan, el hecho es que el técnico prefiere hombres, más bien chavales, de la casa que sepan adaptarse perfectamente al estilo de juego y que partan como suplentes, aceptando el rol secundario en el conjunto, que otras incorporaciones. Sólo un hombre que diera un salto de calidad o que fuera especialmente necesario: Cesc o quizás Mascherano, podrían ocupar un sitio en el once titular de este club, así que el fracaso en la incorporación del ex canterano cierra la puerta a otras altas.



Se mantiene el bloque de siempre, que ha conseguido 7 títulos en las dos últimas temporadas. La consolidación de Busquets o Pedro es un hecho indiscutible, así como el gran papel desempeñado por otros canteranos como los campeones del mundo y los extranjeros que parecen encontrarse perfectamente integrados en el sistema ( Abidal, Alves y, sobre todo, Messi, que parece otro completamente transfigurado tras su depresión mundialista ).



Cualquiera que venga tendría que coger unos automatismos y movimientos que una orquesta tan afinada como la de ayer posee. Cualquiera que venga, con las excepciones ya mencionadas, partiría de suplente y no se consideraría importante viendo lo que hay en la plantilla.



Por lo tanto, tengo que disentir con mi compañero Nilo de que esta plantilla necesita alguna incorporación importante de fuera. Se han intentado, pero hay tres factores a tener en cuenta: la pujanza de los jóvenes que han conseguido un muy meritorio ascenso a Segunda, el gusto de Guardiola por los conjuntos reducidos y, especialmente, el negativo estado de las cuentas del club ( parece ser que peor de lo esperado ) lo que reduce las opciones en el capítulo de altas y bajas.



Afortunadamente, la gran mayoría de los fichajes del Barça no han venido de fuera, sino de la Masía, así que muchos pensamos que no hay motivo para las dudas, quizá sólo en el centro del campo.



La defensa cuenta con siete hombres de garantías para cuatro puestos, además dos ellos son lo suficientemente polivalentes ( Adriano y Abidal ) como para cubrir los huecos que haya. Si no, siempre habrá sitio para los Sergi Gómez, Marc Bartra o Muniesa.



Por su parte, en el centro del campo es muy dificil cuestionar la titularidad de un centro del campo que se ha proclamado recientemente campeón mundial: el trío Busquets-Xavi-Iniesta se compenetra y complementa a la perfección. Sin embargo, es verdad que tener sólo dedicado en esa posición al todoterreno Keita nos hace suponer que el Barça puede romperse por esa línea. Aun así, no sería descartable que un Thiago Alcántara, un Oriol Romeu o Jonathan Dos Santos dieran un paso adelante este año y se convirtieran en la revelación que nos depara la cantera culé estos últimas temporadas. Pese a ello, hubiera sido recomendable añadir a la lista a otro jugador contrastado y de bajo precio, como ha pasado con Adriano en la defensa, para ampliar las posibilidades.



Está claro que Pep ha hecho de la necesidad virtud y por ello muchos acaban adhiriéndose a sus ideas. Creo que Guardiola prefiere no sufrir nuevos casos Chigrinski que cuestionen su autoridad como manager, además de encontrarnos en un contexto en el que el dinero hay que gastarlo por muy buenas razones. Su idea, aunque arriesgada, ya dio excelentes resultados en el pasado en la campaña 2008-2009, cuando contando con apenas 14-15 jugadores ( todos nos acordamos cuando situó a Touré Yayá de central en la fase final de la temporada en lugar de Cáceres ) logró triunfar en las tres competiciones que disputó.



Por parte del Sevilla, el éxito de Álvarez debe ser clasificarse para la Champions. Así de claro. Es una obsesión perfectamente entendible tras el inesperado resbalón del partido de ida lo que le obligará, al igual que el Barça en el partido de ayer, a poner toda la carne en el asador: Kanouté, Luis Fabiano, Perotti, Navas, etc. Es verdad que fue excesivamente timorato en su planteamiento y que no supo contrarrestar a un Barcelona que jugó a placer, demasiado cómodo, pero no habría que olvidar cual es el verdadero objetivo de los hispalenses, una clasificación que será factible si juegan a su nivel habitual.



También tiene un buen banquillo, aunque la rebelión y posible marcha de Squilacci podría añadir complicaciones defensivas y Negredo todavía no ha valido como una alternativa completamente fiable a la dupla Kanouté-Luis Fabiano. Si resuelve los puntos negros en el equipo, como pasa también con Romaric en el centro del campo, Álvarez tendrá mucho ganado, puesto que no olvidemos que es un equipo que el año pasado acabó cuarto y ganó la Copa.



Aunque no me gusta repetirme, mucho de lo que hemos visto en esta atípica Supercopa se podría haber evitado con un encuentro a partido único, que añadiría emoción y restaría cansancio a dos de los mejores equipos de nuestra Liga.

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