El Barcelona se proclamó Campeón de la Copa del Rey en el estadio de Mestalla tras derrotar por 4-1 al Athletic de Bilbao. Un resultado que pone en evidencia la superioridad técnica del Barsa, puesto que las individualidades marcaron la diferencia. En todo caso un triunfo, que no quedo empañadado por incidentes ni juego sucio. Un estadio a rebosar de público , sobre todo bilbaíno, que animó sin tregua a sus dos equipos.
Fue el primer duelo copero en 25 años entre ambos, pero quedó claro que son los equipos más ganadores de este trofeo. Una alineación de Guardiola sorprendente: Toure de central y Busquets en el centro del campo, tal y como hizo en Stanford Bridge. Caparros alineó su once de gala con la única sorpresa de David López en lugar de Susaeta.
Comenzó el Athletic presionando muy arriba, con muchas ganas y coraje espoleado por una afición, que nunca dio la final por perdida. El Barcelona, por el contrario, tuvo un arranque flojo, dormidos y renqueantes en el centro del campo. En estos minutos de asedio bilbaíno la defensa azulgrana no supo coordinarse y quedó en evidencia con una gran parada de Pinto, que supuso un corner letal para el Barcelona. Era el minuto 8 cuando Yeste botó el corner y Toquero en un cabezazo entre la defensa remató al fondo de las mallas de la portería. Sería el 1-0. Un gol temprano que despertó las dudas entre los seguidores cules y reavivó el sueño de ganar la Copa por parte del Athletic. El Barsa le costó entrar en el partido, pero pronto reaccionó y se hizo dueño del balón: E´too y Bojan pudieron haber rematado dos ocasiones claras que se quedaron solos. Avanzaban los minutos y el Athletic estaba acosado por un Barcelona en el que Xavi empezó a llevar la manija del equipo. En el minuto 30 Toure Yaya en una jugada individual partiendo desde el centro del campo dejó atrás con su zancada a tres jugadores del Athletic y, con un tirazo ajustado al palo derecho de Iraizoz, igualó la contienda.
Desde ese momento, hasta el final de la primera parte, el conjunto de Guardiola intentó el segundo y el Athletic pareció empequeñecer. Las subidas por la banda de Alvés, la ratonería de Bojan, la calidad individual de Messi ( fue objeto de alguna falta muy dura ), el control del tempo del partido de Xavi Hernández y la anticipación del inconmesurable Piqué ante cualquier balón en dirección a Llorente.
Toquero era el único del Athletic de Bilbao que siguió poniendo en peligro a la zaga barcelonista, un jugador que hace 1 año militaba en el Eibar. Iraizoz , por su parte fue un seguro de vida ante las numerosas ocasiones que se iban produciendo en su área.
En la segunda parte el Barcelona no tuvo rival ante el débil y agotado Athletic. A los 10 minutos del arranque, Messi en un rechace en el área fusilaba el balón en la portería bilbaína. Era el 1-2. El equipo de Guardiola no bajó las manos y siguió atacando la meta defendida por Iraizoz: dos minutos después del gol azulgrana un contraataque conducido por Bojan por la banda izquierda, se adentraba en el área y marcada el tercer gol al colocar magistralmente el balón pegado al poste derecho. A partir de aquí era un asedio azulgrana, decaído el Athletic que intentaba arrimarse al área azulgrana sin éxito con una buena defensa en colectivo del Barsa. Xavi finalizó el festín al tirar una falta por la escuadra.
El Athletic intentó con furia equilibrar el marcador, pero la pelota no duraba casi dos pases seguidos y se vió frustado en su juego directo ante una final soñada.
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