Si hubiera que definir al delantero Roy Makaay sería con el adjetivo de demoledor. Un gran delantero que vivió momentos de gloria en Holanda y Alemania, pero al que siempre recordaremos por sus grandes actuaciones en el mejor Deportivo de la historia.
El ariete holandés, de 35 años, ha anunciado hoy que colgará las botas a final de temporada en una rueda de prensa. Su carrera ha sido larga y marcada por grandes años que le consagraron como uno de los mejores goleadores de Europa, llegando a convertirse en el Bota de oro europeo ( con 29 tantos ) en la temporada 2002-2003 jugando en el Deportivo.
Antes de ello, Makaay había debutado como profesional en el Vitesse, en el año 1993. Sus grandes cualidades llevaron a que el Tenerife se fijara en él, debutando en la Liga española en el año 97. Dos temporadas más tarde, con el descenso del club canario, el Deportivo de Irureta se fijó en él y lo repescó como delantero en un club en el que compartió protagonismo con Djalminha, Valerón, Molina, Capdevila, Tristán, Mauro Silva, Sergio, Fran, Donato y compañía.
Sus goles fueron fundamentales para la consecución de la primera Liga ( y hasta ahora única ) del Deportivo, además de ganar una Copa del Rey y dos Supercopas. Sin embargo, el club gallego y el Bayern de Munich llegaron a un acuerdo para su traspaso por valor de 19 millones.
En el club bávaro siguió rindiendo a buen nivel ( especialmente los dos primeros años ) y también colaboró en la conquista de dos Bundesligas. Aun así, los fracasos europeos y los fichajes de Klose y Luca Toni le acabaron quitando el sitio y le hicieron regresar a la Liga holandesa, concretamente al Feyenoord, donde jugaba desde el 2007.
Menos suerte tuvo con su selección, donde sólo marcó seis goles y fue eliminado en semifinales de las dos fases finales que disputó, las Eurocopas de 2000 y 2004. Sin embargo, su calidad y sus goles hicieron de él uno de los delanteros más temibles del continente, y ése es el recuerdo que deja en los aficionados españoles.
Foto: que.es
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