Otro gran hecho, destacable porque no pasaba desde hace siete años, es la ausencia de cualquier equipo inglés en semifinales de la máxima competición continental. Es verdad que, excepto el Liverpool, todos han sido derrotados por rivales de altura que están entre los cuatro mejores ( el Arsenal cayó ante el Barça, el Chelsea contra el Inter y el Manchester hizo lo propio ayer frente al Bayern ).
El Manchester, el vigente campeón, cayó por el valor doble de los goles fuera de casa cuando parecía tener resuelta su eliminatoria con un 3-0 en los primeros 40 minutos. Pese a ello, como pasó en la ida, volvió a subvalorar a un rival ( no en su mejor época pero más sólido que en años anteriores ) que se creció y, también gracias a la inocente expulsión de Rafael, confirmó su clasificación con un golazo del denostado Robben.
Así las cosas, incluso el Lyon ( verdugo europeo del Madrid ) supo aguantar la ventaja del 3-1 de la ida y, con oficio y una buena actuación de su guardameta, soportar el dominio del líder francés.
De esta manera, el Lyon y Bayern se enfrentarán en una semifinal inédita, que los franceses no habían jugado antes con anterioridad, mientras que los de Van Gaal se encuentran ante la oportunidad de volver a jugar una final nueve años después de la última.
Mientras ésto tiene lugar, dentro de dos y tres semanas los partidos de ida y vuelta, el Inter de Mourinho y el Barcelona de Guardiola volverán a verse las caras tras los dos enfrentamientos previos de la liguilla ( 0-0 en San Siro y victoria culé 2-0 en el Camp Nou ). Posiblemente, el que gane este duelo sea el favorito para la final, pero esta Champions está abierta a las sorpresas.
Desde luego, si el equipo barcelonista mantiene el nivel de juego de las últimas semanas bien podría considerarse el máximo favorito al título, lo que supondría el cuarto en su historia. En ese aspecto, parecen coincidir aficionados y casas de apuestas. A ver quién levanta la copa en el Bernabeu el 22 de mayo.
Firmado: Pablo Vega.
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