Por Nilo Trugeda
El Barça perdió ayer después de varios meses sin hacerlo. Resultó raro tal y como fueron ocurriendo los hechos en el partido, y fue un resultado bastante injusto. Este 2-1 hace que tenga que meter al menos un gol, y no recibir ninguno. Anoche fue nuevamente un partidazo de Abidal, que fue un constante muro para los ataques ingleses. El que no tuvo su mejor noche fue Messi, quien estuvo rozando el gol en la primera parte, pero hizo una segunda mitad para olvidar, no apareció en ningún momento, y el equipo acuso mucho su ausencia.
La primera mitad comenzó con el dominio de los Gunner, Robie Van Persie tuvo una clara ocasión de ponerse por delante, pero poco a poco el equipo de Guardiola teniendo el balón, y lo más importante imponiendo el estilo por el que es tan conocido. Los balones entre los dos centrales del Arenal fueron un gran recurso durante toda la primera mitad, y por ahí llegó el primer gol, aunque pudieron y debieron ser más.
Pero nos vamos a centrar en la segunda parte, en la primera no hay nada que reprocharle al Barça, quizás alguna subida de Maxwell que propició rápidas contras de Theo Walcott. En la segunda mitad, el Arsenal salió con ganas, y a remontar un partido ante uno de los mejores equipos del mundo. El Barça salió dormido, y lo acusó, ya que Valdés mantuvo vivo al equipo, pero poco a poco el Arsenal fue bajando la intensidad, y parecía darse por satisfecho.
Los cambios de Wenger cambiaron la mentalidad de su equipo, y la entrada de Arshavin fue vital para entender la remontada del Arsenal. El ruso entró por Diaby, centrocampista de corte más defensivo, Wenger se la jugó por un motivo que era simplemente que no tenía recambio en esa posición. Le salió bien, y los Gunner hicieron más daño por las bandas y el primer gol les llevó a intentar conseguir el segundo, lo que supone un resultado más que positivo para sus propios intereses con vistas a la vuelta el próximo 8 de Marzo en el Camp Nou.
Cabe destacar también a Sergio Busquets, que ayudó en las tareas defensivas, y repartió el balón, sobre todo cuando Xavi e Iniesta no podían sacar el balón, y estaban asfixiados por los jugadores locales. Pedro no apareció en todo el partido, y Guardiola falló en no cambiar al tinerfeño, en cambio si dio salida a Villa cuando hizo un buen partido, e incluso metió un gol que puede valer una eliminatoria.
Otro de los grandes nombres del partido iba a ser Cesc, pero su amigo Piqué le mantuvo a ralla todo el partido alejado de su zona, y con el apoyo de Sergio Busquets se le complicaba recibir balones. Gran trabajo táctico de Guardiola al aislar al centrocampista de Arenys.
Este Arsenal ha demostrado ser diferente al del año pasado. Wenger ha dado entrada a grandes jugadores como Nasry, y la recuperación de Van Persie ha sido vital, es un equipo como ya había hablado en la previa mucho más maduro que el del año pasado, y que tenía un ataque más veloz, y más incisivo que cuando el Barça visitó el Emirates el año pasado. La vuelta será clave para la competición, y cualquiera de los dos como demostraron anoche son serios candidatos a ganar este torneo, es una verdadera lástima que dos equipos que a nivel ofensivo se parecen tanto tengan que enfrentarse en estos octavos de final, ya que parece más un cruce de semifinales o final.
El Barça ha demostrado que se sabe anteponer a las situaciones adversas, y que es un equipo que con más o menos fortuna siempre responde, así que confiemos de nuevo el próximo día 8 de Marzo en estos jugadores, porque como diría Guardiola: “Estos no fallan”.
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