El Barcelona cuajó una gran victoria trabajada en la ,segunda parte, donde pudimos vislumbrar un gran juego colectivo. Empezaba el partido con la incognita de saber si el equipo culé podía solventar un partido sin problemas. La historia decia que el Barcelona llevaba 5 años sin conocer el triunfo en Riazor.
Guardiola apostó por un once bastante ofensivo, al sentar a los africanos en el banquillo. Tras los primeros compases de juego, el Barcelona se apoderó del juego y pusó en peligro a la zaga blanquiazul. Pero pronto, Messi, protagonista del partido, demostró porque es merecedor del Balon de Oro, con un zurdazo desde el área frontal, que Aranzubia fue incapaz de bloquear.
Eran los minutos dulces del Barcelona, que no dejaba de atacar: Henry e Ibrahimovic olieron el gol, pero esta vez el meta deportivista (como el resto del partido) no dió opción. Incluso uno de sus saques en largo dío lugar al gol del Deportivo. Resultado de un error conjunto de Busquets y Valdés.
En el segundo período, el ritmo disminuyó en intensidad, pero el Deportivo intentó incordiar, aunque sin acierto en la meta contraria. El líder árregló con tranquilidad el partido en dos jugadas perfectamente elaboradas que culminaron Messi de cabeza e Ibrahimovic en la recta final del encuentro. Fue un resultado justo y que es importante para consolidar el liderato antes del Mundialito de Clubs ( que jugará en diez días). Despejó las dudas y resolvió con solvencia, uno de los partidos más difíciles fuera de casa.
Firmado: Iñigo Gómez Zubeldia
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