Por Pablo Vega.
Después de una fase de clasificación que estuvo a punto de convertirse en una tragedia colectiva, Maradona intentará que su equipo se encuentre en condiciones de luchar por el Mundial de la mano de Messi. Necesitará que el mejor jugador del mundo encuentre su nivel del Barça para que los argentinos sueñen con la victoria. Si a él le sumamos la calidad del medio campo y la delantera, la selección albiceleste podría aspirar al triunfo. Todo depende de la labor del criticado técnico.
El bloque de Argentina es, sin duda, uno de los más temibles del torneo de medio campo para arriba, contando con gente de tanto nivel como Mascherano, Di María, Agüero, Tévez, Milito, Higuaín o el propio jugador del Barça. Atrás quizá queden dudas importantes, sin hallar un portero de nivel y que convenza a todos, además de una defensa que acusará las bajas de dos antiguos puntales como eran Ayala y Gaby Milito.
Los de Maradona pueden aspirar a todo si consiguen por fin encontrar un patrón de juego convincente, si consiguen arropar convenientemente a Messi y si el seleccionador deja de intentar experimentos y apuesta por una renovación de los puestos claves de la albiceleste en lugar de volver al pasado: es verdad que se ha dejado fuera a gente como Zanetti, pero apuesta por Palermo, Verón, Samuel o Heinze en detrimento de jugadores con más futuro como Banega, Coloccini, Cambiasso o Lucho Gonzalez ( que no estarán en Sudáfrica ).
Por lo tanto, está claro que depende del propio Maradona el éxito o no de este equipo que, sin duda, tiene talento de sobra como para ser tenido seriamente en cuenta. El problema quizá sea de él mismo, que todavía no ha entendido su enorme responsabilidad y se dedica a tener un criterio errático y bastante discutible en la manera de dirigir al equipo, al que de no ser por los dos últimos partidos de la clasificación no veríamos en la cita mundialista.
Por otro lado, dentro del grupo B nos encontramos con otros tres conjuntos que no gozan de la vitola de favoritos, pero que pueden complicar la vida a los argentinos con su fútbol físico o defensivo, sin grandes talentos pero que funcionan como un bloque: la Nigeria de Obi Mikel, la Corea del Sur de Park Ji-Sung y la Grecia que busca dar una sorpresa ( aunque no del calibre ) como la que le llevó al triunfo en la Eurocopa del 2004. Por este orden, además, se enfrentarán las tres a la selección sudamericana, una de las favoritas al Mundial si Maradona quiere.
Aun así, ninguna de las tres parece lo suficientemente potente como para doblegar a los argentinos pero no sería descartable que hubiera alguna sorpresa.
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