Es innegable que la capacidad goleadora de España no sólo se mantiene intacta, sino que mejora según pasan los partidos. Si en otros tiempos Brasil era la creadora indiscutible de artillería ofensiva, La Roja ha cogido el testigo y no parece que vaya a soltarlo teniendo en cuenta el magnífico plantel de delanteros que atesoran nuestras fronteras.
David Villa y Fernando Torres han copado con tiranía las posiciones atacantes en los últimos tiempos. Su sombra era demasiado alargada para jugadores como Güiza, Soldado, Negredo… En la actualidad, Fernando Torres acusa una falta de ritmo casi alarmante amén de una serie de lesiones que merman su regularidad y atentan contra su rendimiento. David Villa tampoco está en sus mejores momentos y denota una actitud ávida de gol, pero con resultados decepcionantes. El récord que todavía pertenece a la leyenda vida del fútbol, Raúl González, obceca al ariete asturiano provocando así un bajón en su juego.
Con este panorama se podría entrar en una espiral de dudas referentes al escaparate de delanteros que hay en España. Pero no hay que caer en la trampa. Los dos titulares puede que, a pesar de ser dos de los mejores jugadores del plantea, les hayan abandonado por un tiempo las musas, pero por detrás llegan futbolistas que en cualquier escuadra nacional serían titulares indiscutibles. Uno de ellos, Fernando Llorente sigue enamorando a la afición –me incluyo- con sus notables actuaciones. Ayer rompió dos veces la red rival. Un delantero nato que a pesar de su envergadura acapara una calidad técnica envidiable. Un comodín perfecto para Del Bosque.
Otro delantero que está en estado de gracia es el valencianista Aritz Aduriz, quien debutó ayer con la selección. No metió, pero sus cualidades podrían encajar perfectamente en el sistema del seleccionador salmantino. Un delantero muy inteligente cuyos movimientos provocarían más de un quebradero de cabeza a los zagueros contrarios.
Podemos incluir también a auténticos killers como son Álvaro Negredo y Roberto Soldado. Los dos son producto de La Fábrica y los dos brillan con luz propia en sus equipos –evidentemente no son el Madrid- y se merecen por méritos, volver a vestir la elástica nacional. Dos goleadores por naturaleza que a buen seguro harán un gran año.
Todos estos futbolistas no tendrían problema alguno para ser fijos en cualquier selección del mundo. En España tenemos calidad por exceso, algo que a prior puede parecer malo, pero nada más lejos de la realidad. Si alguna vez ocurre un percance con cualquiera de ellos, siempre se puede recurrir a un sustituto digno y del que tendremos la certeza que hará un gran papel. He de decir que Negredo y Torres son mi debilidad. El año pasado no fue propicio para ninguno de ellos, pero estoy convencido que se relamerán las heridas y resurgirán con más fuerza.
Lo que está claro es que la artillería española es de calidad y por lo que parece, también duradera. Ya pueden empezar a temblar.
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