Por Alex Barbero
Era la ocasión perfecta para reivindicarse. Era el partido ideal para demostrar que el proyecto sigue evolucionando positivamente. Era el rival idóneo para certificar su candidatura a volver a ser el rey de Europa. Y no fallaron.
Antaño, los equipos europeos de gran nivel, asustaban a un Madrid que para nada estaba a la altura de las expectativas formadas a su alrededor. La confianza de los aficionados se disipaba según veía a su equipo competir contra un fuerte de Europa. Pero este año, parece que las cosas dado un giro radical. Anoche era el momento y ante un Milán que les había puesto en su sitio hace un año, el Real Madrid pegó un golpe sobre la mesa dejando claro que van a vender cara esta Champions.
El equipo parece envuelto en una atmósfera de seguridad en sí mismo. El partido fue prácticamente un monólogo del Madrid y no sólo porque los blancos hicieran un buen partido –lejos todavía de lo que se presupone a sus jugadores- sino también por la pasibilidad de los futbolistas milaneses. El equipo italiano fue una sombra de lo que se esperaba. La delantera, la zona más peligrosa del Milán, apenas agobio a una defensa que cada partido parece más sólida y compenetrada.
Aparte de que CR este enchufadísimo y que ayer demostró que para nada es un delantero centro, posición donde ha jugado estos dos últimos años y donde no ha dado de sí todo su potencial, sino un extremo puro que debe desarmar al equipo contrario desde la banda; que Özil de muestras de una calidad impresionante, la cual se echaba de menos en el Bernabéu desde la marcha del mítico Zidane, con sólo 21 primaveras, y que Xabi Alonso deja claro que es la piedra angular del proyecto, el pilar donde se sostienen todos los cimientos del Madrid, aparte de todo eso lo que más destaca en el equipo blanco es la defensa.
Pepe ya ha dejado claro desde su fichaje, que es uno de los mejores defensas del mundo, a pesar de que a veces le puede su sangre caliente y realiza acciones poco ortodoxas. Si tuviera un punto más de serenidad sería un central perfecto. Su velocidad tanto al cruce como a la hora de posicionarse y su sólido marcaje le acreditan como un terror para los delanteros.
Sergio Ramos sigue creciendo como futbolista. Un lateral con cualidades para ejercer la profesión en cualquier posición del campo. Muy potente físicamente y no falto de calidad. Sus recorridos por la banda derecha son indispensables para el ataque madridista. Debe pulir un poco más sus centros, ya que en ocasiones salen defectuosos y en vez de ocasionar un disparo blanco, ayuda al contrario a montar el contraataque. A pesar de ello es uno de los mejores en su puesto. Y si le pasa algo, Álvaro Arbeloa es el comodín ideal para suplir cualquier banda. Oficioso y siempre correcto. Todo un crack que sería titular indiscutible en muchos equipos de primer nivel mundial.
Marcelo. Es la revelación del año. El Madrid ha conservado al brasileño desde su llegada hace ya cuatro años, pero sin tener esperanzas en que fuera un gran lateral. Por eso, cada año sonaba algún sustituto que, por varias circunstancias, nunca acababa de aterrizar en Madrid. Pero este año, el joven lateral zurdo se ha destapado como uno de los mejores jugadores del equipo blanco. Ya conocíamos su habilidad ofensiva, pero nos mostrábamos escépticos con su colocación defensiva. Bien, este año ha pulido su ataque y ha mejorado notablemente la defensa. No hace falta buscar un sustituto de Roberto Carlos, tenemos Marcelo para rato.
Ricardo Carvalho. El fichaje de Mourinho. Son uña y carne y después de dos años separados, la capital española les ha vuelto a unir. Y no podía haber sido mejor. Las críticas empezaban a manar de la boca de muchos “expertos” y de los pensamientos de aficionados que se mostraban díscolos al fichaje del central luso. Y no es por ventajista, pero siempre he defendido este fichaje. Ahora el tiempo da la razón a los optimistas y se la quita a los que dudaban. Carvalho sigue estando en la élite. Es un central sobrio, muy disciplinado. Le gustan las cosas ordenadas. Se anticipa con firmeza, roba limpiamente y saca el balón con calidad. El fichaje más rentable del Madrid vuelve a consolidarse como uno de los mejores del mundo en su puesto.
Termino con una frase de Paolo Maldini para una entrevista a AS en el día de ayer, que me encantó: “A la defensa del Madrid le falta compenetración. Si Tassoti, Baresi, Costacurta y yo nos vamos a tomar un café nos pondríamos en línea y cerrando los espacios sin querer. Es algo automático” Bien, el Madrid ayer defensivamente demostró que están camino de la perfección defensiva. Pintan bien las cosas por Chamartín
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