Álvaro Negredo puede presumir de ser el fichaje más caro de la historia del Sevilla. Pero ese honor conlleva una dura responsabilidad. Debe demostrar que los 14 millones de euros invertidos, han salido rentables. La temporada pasada el vallecano no cumplió con las expectativas. En este curso se le da una segunda oportunidad
El año pasado fue de aclimatación. El jugador llegaba con el aval de haber cuajado dos temporadas memorables en el Almería. El Madrid lo repescó, pero lejos de darle la alternativa en el Bernabéu –qué bien le iría Negredo a Mou en estos momentos- decidió traspasarle al mejor postor. La ilusión de la familia sevillista por el fichaje era mayúscula. El problema para Negredo es que tendría que derrocar el tándem formado por Luis Fabiano y Kanouté. Una pareja de baile casi perfecta que había alegrado más de un domingo a las gradas de Nervión.
El juego de Manolo Jiménez no le favorecía demasiado. No participaba con el balón en los pies, algo que le gustaba. Tenía que ser una referencia fija en ataque intentando colapsar a los centrales y buscando un remate llegado por bandas. Negredo es un futbolista que necesita sentirse útil con el balón en los pies, le gusta poder hacer diabluras con el esférico. No quiere ser un simple Killer más, sino tener más libertad en la zona ofensiva. Con Jiménez se sentía anclado, fijado con cemento en un cercado lejos de poder sentir el cuero en sus botas.
Con Álvarez tampoco encontró su fútbol. Aunque no demonicemos al futbolista, ya que nadie del conjunto hispalense logró un papel meritorio con el ya ex técnico sevillista. Ahora ha llegado Goyo Manzano, quien a mi juicio es uno de los ilustres nacionales que deben estar siempre en un banquillo, para manejar el timón de una nave que viajaba sin rumbo fijo, entre nieblas de dudas e incertidumbres. Con el andaluz al mando puede que Negredo tenga más protagonismo donde a él le gusta
Sin duda Negredo es una de las esperanzas sevillistas. La edad de Kanouté y la actitud flemática de Luis Fabiano quien hace apología a la indiferencia, dejan a Álvaro Negredo como único baluarte convincente para acechar con peligro la portería rival. Ayer, de momento, ya cuajó un magnífico partido frente al Atlético de Madrid metiendo incluso un gol de categoría. Este año el vallecano tiene como objetivo convencer a la parroquia sevillista con sus goles y hacer que Del Bosque se estruje el coco para hacer una lista incluyéndole en el entorchado nacional. Calidad le sobra, veremos si la sabe aprovechar.
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