La estabilidad en la portería del FC Barcelona llegó definitivamente con Víctor Valdés. Debutó hace ya ocho años y siempre se le ha tenido un cariño especial debido a su procedencia. Su titularidad no siempre ha sido incuestionable, sino que desde que debutó, se ha discutido su rendimiento y su capacidad para ser portero del Barça
Ha tenido que pugnar el puesto con porteros como Bonano o Rustu y aceptar multitud de críticas vertidas sobre su juego y sus cualidades bajo los palos. Ha soportado rumores de futuros traspasos de porteros con más cartel que el catalán. Y con sangre fría y temple, Víctor Valdés ha sorteado toda clase de ataques y se ha reivindicado como uno de los mejores guardametas a nivel internacional. En el club de su vida, el Barça, está a punto de ser una leyenda.
Antoni Ramallets es historia viva del fútbol en general y del Barça en particular. Ostenta en sus manos el récord de partidos de un guardameta en defender la elástica blaugrana en liga. Nada menos que intervino en 288 ocasiones luciendo el escudo del Barça en su pecho. Es un ejemplo para cualquier chaval que desea ser portero en La Masía. Ahora, Víctor Valdés está a punto de superarle y hacer historia.
Valdés lleva 269 encuentros disputados, por lo que si toda va como debería ir, antes de cerrar esta campaña, tendrá un nuevo récord en sus guantes. Un logro merecido por su total compromiso con el club. A decir verdad, no creo que mucha gente esperara esta trayectoria tan impresionante. Yo he sido muy escéptico con Valdés, siempre me ha parecido un portero algo irregular. Pero reconozco que su sobriedad me ha ido quitando la razón. Ha mejorado muchísimo sus cualidades hasta llegar a un punto en el que Valdés está considerado uno de los referentes mundiales. Un cancerbero perfecto para la filosofía culé.
Un guardameta con la cabeza fría, que no se desconcentra durante los 90 minutos. Por como juega el Barça, Valdés tiene que estar mucho tiempo sin ver de cerca el fútbol, sin ser un claro protagonista. Esto, a priori puede parecer fácil, pero es una tarea ardua ya que al estar demasiados minutos sin entrar en contacto con el esférico, corres el riesgo de enfriarte y dejar de estar preparado. Valdés no es así, está siempre alerta y dispuesto a parar lo que le tire, que suele ser poco. Un gran portero que este año vio como Del Bosque premiaba su temporadón, llevándole al Mundial. Ya no es un portero mejorable, sino que en Can Barça no va a haber mejor portero.
Ha tenido que pugnar el puesto con porteros como Bonano o Rustu y aceptar multitud de críticas vertidas sobre su juego y sus cualidades bajo los palos. Ha soportado rumores de futuros traspasos de porteros con más cartel que el catalán. Y con sangre fría y temple, Víctor Valdés ha sorteado toda clase de ataques y se ha reivindicado como uno de los mejores guardametas a nivel internacional. En el club de su vida, el Barça, está a punto de ser una leyenda.
Antoni Ramallets es historia viva del fútbol en general y del Barça en particular. Ostenta en sus manos el récord de partidos de un guardameta en defender la elástica blaugrana en liga. Nada menos que intervino en 288 ocasiones luciendo el escudo del Barça en su pecho. Es un ejemplo para cualquier chaval que desea ser portero en La Masía. Ahora, Víctor Valdés está a punto de superarle y hacer historia.
Valdés lleva 269 encuentros disputados, por lo que si toda va como debería ir, antes de cerrar esta campaña, tendrá un nuevo récord en sus guantes. Un logro merecido por su total compromiso con el club. A decir verdad, no creo que mucha gente esperara esta trayectoria tan impresionante. Yo he sido muy escéptico con Valdés, siempre me ha parecido un portero algo irregular. Pero reconozco que su sobriedad me ha ido quitando la razón. Ha mejorado muchísimo sus cualidades hasta llegar a un punto en el que Valdés está considerado uno de los referentes mundiales. Un cancerbero perfecto para la filosofía culé.
Un guardameta con la cabeza fría, que no se desconcentra durante los 90 minutos. Por como juega el Barça, Valdés tiene que estar mucho tiempo sin ver de cerca el fútbol, sin ser un claro protagonista. Esto, a priori puede parecer fácil, pero es una tarea ardua ya que al estar demasiados minutos sin entrar en contacto con el esférico, corres el riesgo de enfriarte y dejar de estar preparado. Valdés no es así, está siempre alerta y dispuesto a parar lo que le tire, que suele ser poco. Un gran portero que este año vio como Del Bosque premiaba su temporadón, llevándole al Mundial. Ya no es un portero mejorable, sino que en Can Barça no va a haber mejor portero.
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