Puede que no haya sido justo, que pudiera haber remontado la eliminatoria en sólo la primera parte, pero el Madrid vuelve a fracasar por sexto año consecutivo en pasar de octavos en la competición en la que era antaño dominante: la Champions.
El comienzo fulgurante de los de Pellegrini dio lugar a que Cristiano Ronaldo, ya en el minuto 6, igualará la eliminatoria y pusiera las cosas muy favorables a los intereses blancos. Perdonó y luego las cosas ya se torcieron: frente a un equipo francés que va tercero en su Liga y con ventaja del encuentro de ida, no se puede caer en la falta de eficacia de Higuaín y en que el desgaste físico se pague en el segundo tiempo.
No se sabe si la falta de confianza o, precisamente, el exceso de ello, fue la que llevó a que las sensaciones se cambiaran radicalmente y que permitieran la reacción visitante, cuando parecían arrinconados. Puel le ganó la partida tácticamente a Pellegrini y el duelo cambió de color radicalmente: la entrada de Kallstrom cambió bastante el panorama y, a falta de un cuarto de hora, Pjanic empataba y obligaba al Madrid a marcar dos más.
Con la moral tocada, los locales reaccionaron tarde al mazazo y volvieron a fracasar. Decepción para la parroquia madridista en la Champions ( una vez más ) pero, eso sí, les queda la Liga.
Firmado: Pablo Vega.
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