Por fin, para alegría de algunos y pasmo de otros, Manolo Jiménez fue destituido como entrenador del Sevilla ayer por la noche. El equipo acusaba desde hace algunas jornadas ( también le pasó lo mismo en octavos de la Champions ) un abatimiento y una falta de confianza alarmante. De hecho, los últimos siete partidos no los ha ganado.
También a eso hay que sumar unas ausencias que se acumulan en la enfermería: Navas, Capel, Squilacci, Luis Fabiano, Perotti, Zokora...No es mala suerte lo que ha echado a Jiménez, pero al Consejo de administración ya se le ha acabado la paciencia después de que la afición estuviera ( ya incluso el año pasado ) con el run run de la marcha del técnico.
Es verdad que ha empatado con el colista en casa y dando mala imagen, pero teniendo en cuenta que el Sevilla está luchando por entrar entre los cuatro primeros ( con el Mallorca hasta hace poco por detrás ) y que va a jugar la final de Copa contra el Atlético no se sabe si este es el mejor momento para cambiar al técnico.
Sin embargo, con el entrenador sentenciado ( Monchi dijo después del partido que "llevamos varios partidos sin reaccionar y el cambio es para buscar esa reacción" ) se hace urgente buscar un sustituto que abra una nueva etapa en un club en el que el listón de exigencia quizá haya subido demasiado después de los años de Juande Ramos.
Como sustitutos suenan Laudrup y Luis Aragonés ( que ya entrenó con anterioridad al conjunto hispalense ) aunque, según el propio Sevilla, aún no hay nada cerrado con ellos.
Firmado: Pablo Vega.
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