El Barcelona se convirtió en campeón de invierno a falta de una jornada para acabar la primera vuelta al vencer al Sevilla por 4-0 y superar en 5 puntos al Real Madrid, que perdió en Bilbao. El Barça se resarció de su elminación copera ante el Sevilla, pero tardó en deleitar a los aficionados hasta la segunda parte. El Sevilla aguantó la primera parte de las sacudidas azulgranas. Se precipitó ante un Palop excepcional, como el miércoles y se aireó en los últimos 20 minutos cuando salió Pedro, que sentenció el partido su gol de rigor. Messi se agregó a la fiesta con sus dos goles en la recta final del encuentro; lleva 101 oficiales con el Barça y se situa pichichi.
Desde el primer minuto el Sevilla, un equipo serio, que acusó las numerosas bajas, que ya pudieron causar la eliminación el miércoles en Copa. Se veía un Sevilla, dependiente en exceso de la buena actuación de Palop, el mejor con diferencia.
El Sevilla se sintió fuerte ante la falta de puntería del Barcelona, que creó hasta cinco ocasiones claras que no puedo materializar, juntó sus líneas hasta el descanso y continuó rezando para la segunda parte. Pero no fue así.
Nada más empezar la segunda parte el autogol de Escudé (al igual que pasó con el Dragutinovic en el Calderón) rompió el partido y agudizó la crisis del Sevilla en Liga. Ni siquiera la salida de Capel y Adriano en la segunda le dieron más profundidad frente a unos inconmensurables Alvés y Abidal. Frente un desarcetado Ibrahimovic, que no levanta cabeza en los dos últimos partidos, Messi se erigió como protagonista.
Firmado: Iñigo Gómez
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