Apenas hay en esta jornada triunfos relevantes o partidos en los que un equipo haya sido meridianamente superior a su oponente. Excepción hecha de un Sevilla que apabulló al ahora en descenso Sporting, pocos duelos se resolvieron tan facilmente. La emoción y la igualdad de quién se juega tanto sus aspiraciones europeas como las de no descender son las que predominan ahora.
El Villarreal, por ejemplo, logró romper su racha negativa pero lo hizo ganando por un corto 1-0 frente a un Hércules que si no se llevó más fue por la mala puntería de los Cazorla, Rossi, Nilmar y compañía. El submarino se reengancha así a la lucha por la tercera plaza, mientras que los alicantinos pugnarán por no bajar debido a su inoperancia como visitantes.
Los demás equipos de esa zona no supieron resolver sus compromisos, y acabaron empatando o perdiendo. Es el caso de un Athletic que sufrió en sus propias carnes una remontada fruto de la reacción a tiempo de los jugadores maños. El Zaragoza sacó su orgullo e hizo pagar a los vizcaínos la falta de intensidad desde el momento del gol de Llorente. Uche fue decisivo para apuntalar a unos leones que se encuentran a un nivel de juego inferior que hace un mes.
Otro caso similar se dio en Cornellá entre un Espanyol que acababa de golear a la Real en el mismo campo tan sólo tres días antes, y un Mallorca que habita la zona templada de la tabla. Un gol tempranero de los locales pasó factura a los pericos, puesto que los de Laudrup reaccionaron en la segunda mitad ayudados por el buen trabajo de Webó y Aoute.
Tres empates a un gol y otro a cero redondearon esta jornada que enfila el tercio final de la competición. Por un lado, el descafeinado derby madrileño entre Getafe y Atlético (en el que el poco fútbol que hubo lo puso Elías, además de que este fuera el que salvara un punto para los colchoneros) que dejaron las cosas en tierra de nadie para ambos. Algo más interesante fue que el Levante hiciera una demostración de su valía empatando en San Sebastián, aunque tampoco es que ninguno de los dos hiciera nada para tirar cohetes. La prueba de ello fue que los dos goles vinieron de errores defensivos.
Finalmente, aparte de un Osasuna que se estrelló frente a la muralla defensiva deportivista (y que estuvo a punto de volver a caer en descenso con este resultado), estuvo otra igualada entre el Racing y un Almería que fue de menos a más. Tanto es así que una buen inicio racinguista se tornó en un sufrimiento agónico a medida que pasaban los minutos, ya que hubieron de jugar desde el minuto 16 con un hombre menos.
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