miércoles, 1 de septiembre de 2010

CÓMO PERDER UN CRACK EN 7 DÍAS


El Real Madrid ha apurado los últimos suspiros del mercado veraniego para deshacerse de dos de sus descartes, Royston Drenthe y Rafael Van der Vaart. La era tulipán llega a su fin en el Bernabéu. Cara y Cruz en el apartado de ventas de los merengues.

Analizaré en primer lugar el caso de Drenthe ya que me parece más lógica su marcha.
Royston Drenthe llegó a Madrid como una de las promesas de mayor nivel en el fútbol europeo. El Feyenoord sacó doce kilos al Madrid que se hacía con los servicios de una joya. O eso creíamos todos. Sus buenas apariciones se debieron quedar en Holanda ya que en la capital española se ha hablado de todo menos de su aportación positiva al equipo. Lo mejor que podía hacer el club era una cesión. Lejos de malvenderle arriesgándose a una temporada brillante -algo dudable viendo los antecedentes de Royston-, el club cede al joven holandés a un equipo de menor calibre como es el Hércules y en el que Drenthe podrá jugar sin tanta presión. Seguro que en Alicante dispone de más minutos, por lo que se revalorizará el verano que viene.
Ahora la venta estúpida del verano. Los aficionados del Madrid deben estar acostumbrados a que se ninguneen a los fichajes del ex-presidente Ramón Calderón. Si el año pasado se malvendió a Robben y Sneijder, dos de los mejores jugadores del mundo, este año le toca a Van der Vaart.
El Madrid se embolsará algo más de 10 millones de euros, menos de lo que vale y además pierde a un buen organizador de juego. El Real Madrid no puede permitirse el lujo de perder a un jugador que mueve el balón y que tiene calidad suficiente para ser titular.
Van der Vaart estaba sentenciado ya que sobran efectivos en el medio. Canales, Khedira y Özil llegaron este verano para ayudar a la medular blanca. Kaka y Alonso eran intocables. Por lo tanto, Diarra, Lass, Gago, Granero y Van der Vaart eran los elegidos. Gago anunció que se quedaba sí o sí y Mourinho decidió que Lass era un buen comodín por su entrega y polivalencia. Opciones: Vender a los que sobraban. De los tres que podían hacer las maletas, se marchará al Tottenham Hotspur el mejor de ellos.
Soluciones que no hubieran supuesto este fiasco:
1ª Haber buscado equipo a Granero. No se hizo por la regla FIFA que obliga a mantener a un número de jugadores nacionales. Pero las mentes lúcidas de las oficinas del Bernabéu no pensaron que Mateos podría ocupar esa plaza. Se vende a Granero, jugador que aportará poco este año, se mantiene a VDV y no se falla a la regularidad con la FIFA.
2º Si rescindes el contrato a Diarra te ahorras la ficha. Los Spurs van a gastar 10 kilos que el Madrid dispondrá para, por ejemplo, pagar la ficha del Maliense que no va a participar en este curso. Dinero que entra, dinero que sale. Malísima inversión.
La venta de VDV es mala tanto en el aspecto económico como en lo deportivo. La calidad del holandés es suficiente como para ser el encargado, junto a Alonso, para hacer mover al equipo. Un organizador, mediapunta, delantero, enganche... Un crack en todas las posiciones. Un jugador entregado y luchador que hubiera aportado mucho más que los que se quedan. Otro año más, el Madrid malvende. Seguro que en Londres hace un temporadón. Suerte Rafa, que te la mereces.

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