La selección española de fútbol disputará dos compromisos la próxima semana que medirán la capacidad de sus jugadores para volver a la dinámica del equipo nacional. Para empezar, porque es bastante realista calificar el partido oficial de la campeona del mundo contra Liechtenstein y, en segundo lugar, porque deberán realizar un viaje de miles de kilómetros para disputar contra Argentina un amistoso. Un test que será mucho más exigente que el encuentro en centroeuropa, puesto que los argentinos buscan resarcirse de su decepcionante mundial ante los suyos.
Cómo debe adaptarse a esta situación ? El equipo que dirige Del Bosque ya sabe su estilo, y procura mantenerlo en cada choque, pero para ello hace falta que el seleccionador mantenga el bloque y, a la vez, introduzca alguna novedad que siga motivando al grupo sin provocar malos rollos en un conjunto muy unido. Por ejemplo, la reincorporación de Santi Cazorla ( para cubrir el puesto de Mata que, en un gran gesto por su parte, ha vuelto junto con Javi Martínez a la sub-21 para lograr la clasificación al Europeo de Polonia).
También las bajas de dos habituales como Albiol y Puyol, lesionados, se han cubierto con la presencia de Monreal, presente en la preselección del Mundial y que es una interesante opción de futuro para un lateral izquierdo que, a pesar del buen trabajo de Capdevila, es uno de los puestos en los que más cortos andamos de efectivos. A punto estuvo también de acudir Domínguez, el central de la cantera del Atlético que podría también haber sido una buena opción como futurible.
De todas maneras, los pequeños incidentes y el extraño hecho de realizar en plena temporada un amistoso en Sudamérica ( quizá hubiera sido mejor conjuntar en una semana de agosto los encuentros contra Mexico y la albiceleste ) no deben hacernos desconfiar de un gran equipo con hechuras de histórico. No sólo por haber ganado de forma consecutiva Eurocopa y Mundial, sino porque nos quitó el miedo a ganar con un estilo que le encanta al aficionado.
No sabemos cuanto durará este momento, pero se puede decir que, hasta ahora, Vicente del Bosque no ha cometido errores que nos permitan pensar que esta selección ha tocado techo y que puede empezar su cuesta abajo. Todavía habrá un conjunto tremendamente competitivo dentro de dos años, en la Eurocopa de Polonia y Ucrania, y con algunos cambios se podrá afrontar con plenas garantías de nuestro favoritismo en Brasil 2014. Pero para eso todavía falta un mundo...
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