Por Pablo Vega.
Ninguno de los dos ganó, pero paradójicamente las sensaciones no son tan preocupantes como tras las que se percibieron tras el triunfo del Madrid ayer.
Tanto el Barça como el Valencia dieron la cara, jugaron a lo que mejor saben y tuvieron ocasiones para algo más. Quizá no hubiera sido merecido, puesto que tanto Rubin Kazan como Manchester United (respectivamente) tuvieron un premio que durante parte de los partidos también hicieron méritos para conseguir.
En Mestalla, para empezar, los de Unai Emery llegaban con la moral por las nubes tras un gran comienzo liguero que les ha colocado como líderes. Enfrente, uno de los conjuntos más potentes del panorama europeo pero no tan regular como en anteriores años. El encuentro se desarrolló con un suficientemente sólido dominio valencianista para que el gol se mascara en cada jugada de ataque local.
Sin embargo, Ferguson leyó bien el desarrollo del duelo y dispuso sobre el campo a dos jugadores que revolucionaron la situación desde su salida: Macheda y, especialmente, Chicharito fueron un incordio constante hasta que el segundo marcó, finiquitando todo a falta de cinco minutos.
En ese grupo, el Glasgow Rangers venció por 1-0 al Bursaspor y se coloca también por delante de los valencianistas con cuatro puntos.
Por la parte culé, sólo podemos volver a mostrarnos sorprendidos por ver como por tercera vez consecutiva el considerado mejor equipo del continente se ve incapaz de derrotar al campeón ruso. Todos estos partidos se le tornan muy complicados a los barcelonistas, al igual que pasaba antes a otros equipos que le tenían cogida la medida, como el Atlético en la Liga.
Estuvieron apunto los del Rubin de ganar, quizá porque no estaba Messi al principio (su entrada le dio otro aire al Barça), quizá porque la presión local y la defensa fueron demasiado para que los hombres de Guardiola impusieran su fútbol. Puede que este no fuera el partido ideal para un doble pivote con Busquets y Mascherano, lo que le restó cierta fluidez al equipo y facilitó el trabajo a la defensa local.
Noboa y Villa marcaron de penalti, uno en cada tiempo, así que la cosa se quedó en tablas cuando tanto las contras peligrosísimas de los rusos como el constante asedio barcelonista en los últimos minutos parecían presagiar otra cosa.
En este grupo el Copenhague derrotó al Panathinaikos (0-2) y suma ya seis puntos, poniéndose como líder.
Entre otros resultados cabe destacar la goleada interista al Werder Bremen (4-0) con "hat-trick" de Samuel Eto'o, el contundente triunfo del Tottenham frente al Twente (4-1). Todo esto en el grupo A.
Mientras, el Schalke de Raúl derrotaba al Benfica (2-0) con goles de Farfán y Huntelaar y el Lyon hacía lo propio (1-3) con el Hapoel.
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