Los torneos de Copa suelen ser por lo general muy antiguos. Prácticamente en todos los países de Europa ya se disputaban competiciones eliminatorias mucho antes de que se inventasen las Ligas. Y por ello las Federaciones Nacionales deberían mostrar un respeto por estas antiguas competiciones.
Pero nuestra Copa del Rey seriedad tiene poca. La RFEF, el dinero y las competiciones europeas han terminado por cambiar la mentalidad de los clubes españoles, que prefieren centrarse en la Liga y sacar a los suplentes a jugar contra equipos de medio pelo. Precisamente estos equipos 'malos' son los auténticos protagonistas de esta competición. Porque de avanzar tres o cuatro rondas en seguida te topas con un equipo de Primera División, que visita tu estadio, generando un dineral, y todos felices.
Pues esa alegría invadió ayer los campos de 6 equipos de Segunda División B. No todos los días un club de 2ªB recibe la visita de los grandes de España, y Madrid, Barça y compañía (o al menos sus versiones suplentes) tendrán que rendir visita a un campo de tercera categoría nacional. Mi equipo, el Real Murcia, venció 1-0 en Barcelona al Sant Andreu de Gaspart. 'Grande espera grande', titula la web pimentonera. Logroñés, Poli Ejido, Ceuta, Irún y Universidad de Las Palmas son los otros equipos que tendrán la suerte de recibir a un Primera.
A mí personalmente me apena y me molesta que sea así. Me apena porque en Inglaterra o Francia son competiciones bonitas, interesantes, y sobre todo prestigiosas. Allí participan equipos de categorías amateur. Tienen un punto muy a favor: el sorteo puro. En vez de chorradas como las que vemos aquí, esta competición debería sortearse 'a pelo', de tal manera que pudieras jugar contra un Primera, un Segunda o contra tu máximo rival en cualquiera de las Rondas. De tal manera que si te toca un grande, llenas tu estadio, los jugadores se lo pasan bien, el público también, y te vas eliminado, sí, pero contento. Si te toca un rival con menos historia, y le eliminas, también sales ganando, porque avanzarás en la competición.
Pero en España no, aquí tenemos que ver como la Copa del Rey es menospreciada por los clubes de arriba, por la Federación, por los entrenadores y por todo quisqui que tenga un nombre en el mundo del fútbol. Seamos sinceros, no es una competición atractiva para el gran público. No hay emoción, no hay salsa. La Copa del Rey es una broma de mal gusto. Es una Copa para equipos humildes. Y seguirá siéndolo hasta que no se muevan los de la Federación. 'Tenemos la mejor liga del Mundo', dicen gozosos jugadores, periodistas y entrenadores. ¿Y la Copa? ¿También es la mejor del Mundo?
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