Por Nilo Trugeda
El Barça vuelve a tropezar una temporada después con la misma piedra, y solamente saca un empate ante un Rubin Kazan que le volvió a favorecer su planteamiento ultradefensivo, contra el que los de Guardiola no pudieron hacer nada. El Barça jugó bien, pero le faltan alternativas en ataque, como tirar desde fuera del área.
Claro dominio de los azulgrana durante todo el encuentro. En la primera parte el Barça salió con Busquets y Mascherano, quizás con un juego un poco lento. El Rubin ejerció muy bien la presión en cuanto el Barcelona tenía la pelota, y también llevó a cabo muy rápido las contras, y con muy pocos toques.
Así llego la jugada que propició el penalty a favor del Rubin Kazan, una contra rápida, Valdés despejó mal y el balón fue a parar a los pies del delantero ruso, a quien Dani Alves y Piqué empujaron en un más que dudoso penalty. El Barça creo pocas ocasiones en esta primera mitad, y hay que destacar dos acciones de Pedro, una de ellas acabó en el larguero, y otra clara ocasión del Guaje Villa.
En la segunda mitad el partido comenzó muy trabajo durante el primer cuarto de hora. Un penalty a favor del equipo de Guardiola cambió la historia. Villa se encargaría de anotar el gol 400 del Barça en la Champions. Justo después de empatar, Pep hizo un cambio lógio y normal con lo que estaba sucediendo, entro Messi por su compatriota Mascherano. El Barça empezó a tener más velocidad, y las alternativas en ataque que ofrece Messi, les permitió acercarse a un gol que desafortunadamente no llegó.
Messi, Villa y Dani Alves pudieron marcar y ponerse por delante en el marcador no lo consiguieron. El Rubin lo hizo perfecto, cortando todas las jugadas del ataque azulgrana, y su alto portero atajó todos los balones que colgaban tanto Maxwell como Alves.
Justo antes de que el árbitro pitara el final del encuentro, los dos equipos tuvieron una última ocasión. El Rubin por medio de Martins, que hizo un gran partido, y la ocasión de los azulgrana corrió a cargo de Andrés Iniesta, uno de los mejores del encuentro. El Barça se volvió de nuevo de Rusia con un resultado pobre en cuanto a resultado, dando la sensación de que son el verdadero tacón de Aquiles de Guardiola.
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