Viernes 3 de septiembre, Wembley Stadium, Londres. Estos son la fecha y el lugar en los que un servidor (Unai Ezkurra) y el gran Felipe Sánchez, creador y editor de la web El diván del fútbol (más que recomendable visitarla) vivieron la extraordinaria experiencia de disfrutar de un Inglaterra 4 - Bulgaria 0.
El partido resulto ser muy cómodo para los de Fabio Capello, ya que nada más empezar el encuentro, Inglaterra se adelantó en el marcador por medio de Jermain Defoe, sin duda el gran héroe de la noche con un hat-trick. Aunque a mí me gustaría destacar la autoridad con la que jugó Joe Hart bajo los palos de los ingleses, seguro por alto, inconmensurable en el mano a mano y sobre todas las cosas, me sorprendió ver al joven Hart dando órdenes como un veterano a la defensa de Inglaterra. En 90 minutos demostró el error que cometió Fabio Capello no apostando por él en el Mundial 2010 de Sudáfrica.
A pesar del resultado lo del equipo de Capello empieza a ser preocupante, Felipe y yo no salíamos de nuestro asombro observando la falta de creatividad que tiene Inglaterra en el medio campo, fue cuando menos significativo ver cómo ni Barry ni Gerrard pedían el balón con la intención de crear juego. Aunque Defoe fuera la estrella del partido a ojos de los flashes y de las cámaras, yo me quedaría con Rooney, sus dos asistencias de gol y el papel de medio centro creativo que representó por momentos fueron claves para llevar el peso del juego de ataque y para que Inglaterra ganara por goleada a Bulgaria y así reconciliarse con la afición después del decepcionante Mundial realizado.
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