La justicia interviene en el fútbol aunque anoche se pudo torcer. El Barcelona salió airoso ante un correoso Málaga que le resistió hasta casi el final, pero el líder resolvió en los últimos minutos. Pedro y Messi fueron los protagonistas del encuentro para salvar al Barcelona y seguir sumando triunfos en la Liga. La nota negativa es la pobre efectividad goleadora de Ibrahimovic: hace que no marca en casa en la Liga desde hace 2 meses y medio (12 de diciembre de penalti contra el Espanyol). Hizo el tercer tanto, pero fue anulado por falta a Wellington.
El técnico Guardiola sorprendió a los presentes con un cambio de sistema. En lugar del habitual 4-3-3, utilizó un 4-2-3-1, con Pedro e Iniesta abiertos en las bandas, bien secundados constantemente por Maxwell y Álves.
El Barcelona demostró su superioridad ante el rival. Aunque no realizó un destacado partido, se hinchó a dominar el balón y a provocar ocasiones. Pero esta vez, se encontró con un rival que defiende de maravilla. Es la verdadera cualidad del equipo malagueño, que no ha recibido más de 2 goles en un partido en lo que va de Liga. Una prueba dura que asumieron perfectamente, ya que se les da muy bien. Pero una cosa está clara: tenían enfrente al líder de la Liga y la calidad que atesoran los catalanes se vio contrarestada con una infinidad de ocasiones y al final acabas marcando.
Casualidad, la primera oportunidad fue a parar a favor del Málaga. Una falta directa sacada por Duda que atajó por milímetros Valdés. Al no ver portería el Barcelona, comenzó la maquinaria a ejercitar. Dani Álves, que reaparecía tras su lesión, empezó a reactivarse. No parecía tener baja forma.
Hasta el minuto 26, Ibrahimovic rozó el gol, tras una falta directa . Las aproximaciones barcelonistas quedaban en buenas intenciones. Aunque lo intentaron Messi o Ibra, no apareció el gol en la primera mitad. Mucho tuvo que ver la defensa del Málaga.
El técnico malaguista, Muñiz, sacó al inicio de la segunda mitad a Valdo, para dar profundidad y rapidez al ataque. Sustituía a Manu Torres, que estaba apercibido con tarjeta amarilla y que podía haber sido expulsado por tarjeta roja por una entrada a Maxwell.
Ibrahimovic seguía a lo suyo. Cabeceó dos remates, pero el primero se encontró con Munua y el segundo fue bloqueado en línea de gol por Wellington. El sueco empezó a desesperarse y fue cuando apareció Pedro. Siempre surge en los momentos difíciles y nunca abandona a su quipo. Sorprendió al portero Munua tras un disparo raso desde fuera del área.
Con el gol, parecía todo solucionado. Al inaugurar el marcador, se creía que llegarían los demás tantos. Iniesta pudo marcar pero lo evito el poste. Apesar de las constantes oportunidades del Barcelona, el Málaga sorprendió a todos al anotar a falta de diez minutos, en el único error defensivo azulgrana, que no acortó bien. Obinna cedió con maestría un pase preciso a Valdo, que se plantó sólo ante Valdés para empatar.
El técnico Guardiola sorprendió a los presentes con un cambio de sistema. En lugar del habitual 4-3-3, utilizó un 4-2-3-1, con Pedro e Iniesta abiertos en las bandas, bien secundados constantemente por Maxwell y Álves.
El Barcelona demostró su superioridad ante el rival. Aunque no realizó un destacado partido, se hinchó a dominar el balón y a provocar ocasiones. Pero esta vez, se encontró con un rival que defiende de maravilla. Es la verdadera cualidad del equipo malagueño, que no ha recibido más de 2 goles en un partido en lo que va de Liga. Una prueba dura que asumieron perfectamente, ya que se les da muy bien. Pero una cosa está clara: tenían enfrente al líder de la Liga y la calidad que atesoran los catalanes se vio contrarestada con una infinidad de ocasiones y al final acabas marcando.
Casualidad, la primera oportunidad fue a parar a favor del Málaga. Una falta directa sacada por Duda que atajó por milímetros Valdés. Al no ver portería el Barcelona, comenzó la maquinaria a ejercitar. Dani Álves, que reaparecía tras su lesión, empezó a reactivarse. No parecía tener baja forma.
Hasta el minuto 26, Ibrahimovic rozó el gol, tras una falta directa . Las aproximaciones barcelonistas quedaban en buenas intenciones. Aunque lo intentaron Messi o Ibra, no apareció el gol en la primera mitad. Mucho tuvo que ver la defensa del Málaga.
El técnico malaguista, Muñiz, sacó al inicio de la segunda mitad a Valdo, para dar profundidad y rapidez al ataque. Sustituía a Manu Torres, que estaba apercibido con tarjeta amarilla y que podía haber sido expulsado por tarjeta roja por una entrada a Maxwell.
Ibrahimovic seguía a lo suyo. Cabeceó dos remates, pero el primero se encontró con Munua y el segundo fue bloqueado en línea de gol por Wellington. El sueco empezó a desesperarse y fue cuando apareció Pedro. Siempre surge en los momentos difíciles y nunca abandona a su quipo. Sorprendió al portero Munua tras un disparo raso desde fuera del área.
Con el gol, parecía todo solucionado. Al inaugurar el marcador, se creía que llegarían los demás tantos. Iniesta pudo marcar pero lo evito el poste. Apesar de las constantes oportunidades del Barcelona, el Málaga sorprendió a todos al anotar a falta de diez minutos, en el único error defensivo azulgrana, que no acortó bien. Obinna cedió con maestría un pase preciso a Valdo, que se plantó sólo ante Valdés para empatar.
Pero la reacción del Barcelona fue fulminante. Tres mínutos después - para tristeza del Málaga y los de Madrid- apareció la calidad, es decir, la que lleva siempre Xavi. Se inventó un pase al hueco para Álves, y éste le regaló el gol a Messi. Después le anularon un gol a Ibrahimovic por falta a Wellington. La desesperación fue sublime, aunque el triunfo de su equipo le restó importancia. El Barcelona sigue al frente de la Liga, aunque sufrió para alcanzar la victoria.
Foto: as.com
Firmado: Iñigo Gómez
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