Hasta ahora, el sempiterno presidente de la Real Federación Española de Fútbol ( RFEF ) se había apoyado en antiguos partidarios suyos que le han ayudado a mantener el sillón: lease Gaspart y Calderón en el caso del Barça y Madrid, respectivamente.
Esta claro que su idea es volver a disponer de la complicidad del nuevo Madrid de Florentino, el presidente del fútbol español que intentó sustituirle en su día por la fallida candidatura de Gerardo González. Ahora, con la forzada salida del ex presidente Calderón ( "Ya le he dicho a Villar que no me parece lógico seguir si a él le está causando problemas" ha declarado recientemente ), enemigo irreconciliable de Pérez, se podrán empezar a solucionar las tiranteces entre Madrid y la Federación de los últimos años. El puesto de vicepresidente que, posiblemente, le ofrecerán al presidente blanco es, sin duda, un gesto de buena voluntad.
Por otro lado, también el inefable dirigente federativo quiere que su amigo Laporta tenga garantizado también un puesto como ex mandatario de un club. Pertenecer a la Junta directiva habiendo dirigido a un club previamente no es algo inusual en la RFEF, puesto que ya están en ella otros "ilustres" ex dirigentes como el propio Calderón y Gaspart, Eduardo Bandrés ( presente desde que dimitió del Zaragoza ) o Jose Luis Astiazarán.
Un claro "handicap" de este nombramiento sería la incoherencia ideológica del mismo debido a las manifestaciones de Laporta en pro de la oficialidad de las selecciones catalanas y la dificultad que acarrearía su compatibilidad con su ( probable ) carrera política.
Firmado: Pablo Vega.
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