Por Alex Barbero
Dos días han pasado del derby y la polémica sigue en alza. No por la victoria, otra más, del Madrid. No por un Atleti valiente pero sin pólvora, no por un Forlán desconocido y ni siquiera se debate por el árbitro quien tuvo alguna que otra decisión desafortunada. Todo viene por un pase de Cristiano Ronaldo. Dicho pase fue con la espalda.
La banalidad de este debate reside en que algunos creen un detalle de auténtica clase, un gesto técnico envidiable y una imaginación creativa al alcance de pocos. Otros, los rivales abogan por una falta de respeto, una apología a la provocación y un intento de humillar a un rival que va por debajo en el marcador. Pues hombre, yo creo que ni tan blanco ni tan negro.
Cierto es que el pase que ofrece CR con la espalda no tiene mucho sentido ya que no había riesgo ni posibilidad que el rival robase el esférico. Es más un detalle para gustarse a él y deleitar al Bernabéu. Los fanáticos de este futbolista ven en ese pase algo prodigioso digno de ser recordado. Una perla técnica que demuestra la capacidad de CR para ser el mejor futbolista del mundo. Yo creo que no hay que elevarle en un altar ya que para mí, ese pase le puede realizar cualquier futbolista con un mínimo de calidad. Cierto es que a pocos se le ocurren, pero por el mero hecho de que no hay necesidad. No es nada talentoso ni digno de estudio, sino una carambola sin más. Todo hubiera cambiado si el pase de Ronaldo despista a un defensa y deja solo a Higuaín ante De Gea. Entonces si habría sido una obra de arte. Pero siendo como fue, no.
Por la otra parte también veo excesivo demonizar al futbolista del Real Madrid. La intención de muchos es ver en el pase un gesto retador, provocador y cobarde que alenta a los rivales a ir contra él. Ya sabemos que Ronaldo no es el futbolista más querido por lo tanto siempre se le intenta sacar punta sea por donde sea La provocación de Ronaldo a los jugadores se está convirtiendo en un argumento básico para criticar al futbolista. A este paso cuando salte al terreno de juego corriendo, dirán que está provocando. No pienso que sea una falta de respeto, sino un detalle técnico que no viene a cuento pero que gusta a la vista. Algo así como el escorpión de Higuita.
Por lo tanto, el debate de ángel o demonio lo veo estúpido y carente de sentido. Pasaron un millón de elementos más reseñables para debatir en el derby y sólo nos acordamos de un pase con la espalda. El fútbol no se minimiza hasta estos puntos y en cambio mucha gente intenta ver en estos hechos un pragmatismo importante con el que provocar un debate y suscitar la discusión. Últimamente el fútbol, parece lo menos importante.
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