Por Alex Barbero
Manuel Pellegrini es ya un histórico en nuestra liga. Consiguió llevar el timón del Villarreal a la perfección convirtiéndolo en uno de los mejores equipos de nuestro panorama nacional. Después se atrevió con la dura prueba de entrenar al mejor equipo de la historia. Su efímera etapa de merengue no fue fructífera y ahora, por lo que parece, puede coger las riendas de otro equipo modesto, el Málaga.
Famoso y con una reputación intachable, se dio a conocer en el Villarreal donde apostó por un fútbol atractivo, jugando con el balón y plantando cara a los grandes. Con él despuntaron futbolistas de la talla de Marcos Senna, Gonzalo Rodríguez, Román Riquelme –aunque este último tuvo serios problemas con “El Ingeniero”- o Diego Forlán. Su buen hacer con un conjunto tan modesto despertó el interés de los grandes equipos para hacerse con sus servicios. No sólo aseguraba resultados, sino también un estilo de juego propio y vistoso.
Entonces llegó Florentino Pérez recomendado por Jorge Valdano y fichó al chileno para que el Madrid nublara tanto en títulos como en juego al Barça. Había muchas esperanzas puestas en el nuevo míster. Se le concedió un equipo de ensueño sin haber reparado en gastos. Consiguió que la afición creyese en aquel proyecto y tuviera esperanzas en acaparar todos los focos. Pero su fórmula no funcionó como se esperaba y a pesar de hacer buenos números en liga, la vitrina de trofeos del Madrid no tuvo nuevos inquilinos.
Se decantó por un fútbol sin extremos, intentando elaborar por el centro, lo cual se vio muy complicado. Las opciones de crear del Madrid eran angostas. Se cotocircuitaban solos al no poder abrir el balón al extremo. Alonso se encontraba solo, desamparado en el medio campo mientras Kaka vivía sin libertad en la mediapunta. Los goles de Ronaldo e Higuaín consiguieron que el Madrid estuviese vivo hasta la última jornada de liga. Pero eso no quiere decir que fuera un buen año. Pellegrini no dio con la tecla y fue avasallado en las eliminatorias coperas, tanto europea como nacional. Su juego era fácil de anular y el Madrid se desesperaba. Nada que ver con lo que tenía en mente la afición merengue a principios de campaña.
Dejando una triste imagen respecto al juego y mostrando una apatía evidente, el chileno fue destituido de su cargo. El entrenador no consiguió ni mucho menos los objetivos impuestos y se marchó por la puerta de atrás. Su etapa en el Madrid dio más pena que gloria. No supo llevar las riendas de un equipo cuyo ADN es ganador. Una escuadra donde las victorias son la sangre y los títulos la vida. Sus intenciones eran buenas, pero con eso no basta para dirigir al mejor equipo del mundo.
En la sombra desde entonces, Manuel Pellegrini ha vuelto a salir en las portadas. ¿El motivo? Su posible vuelta al ruedo, esta vez dirigiendo al Málaga. El ambicioso proyecto que lleva a cabo el Málaga está a punto de decapitar a Jesualdo Ferreira, quien ha cosechado una racha bastante negativa en un equipo que aspiraba a más. El elegido para suplirle parece que podría ser el ex entrenador de Villarreal y Real Madrid. Con el chileno al mando se quiere dar un giro de 180º a la situación de los andaluces. Pellegrini es una persona seria, que no suele protagonizar muchos escándalos y que se vio envuelto en una caza de brujas contra su persona cuando estaba en los banquillos del Bernabéu. Esa puede ser una de las razones de la tristeza que reflejaba su rostro. Por ello, el técnico chileno puede que se sienta más a gusto en un segundo plano. Escondido en la sombra, donde sin la presión mediática puede trabajar a gusto. A su disposición tendría una buena plantilla y a buen seguro se le daría la oportunidad de mejorarla en Enero. No dudo en que sería un cambio para bien. La duda está en si esta vez podrá conseguir los objetivos y redimirse en España o por el contrario tendrá que volver a salir por la puerta de atrás.
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