miércoles, 13 de octubre de 2010

Las estrellas siguen brillando con luz propia

Por Alex Barbero



La selección española sigue dando lecciones de fútbol allá por donde pasa. Nadie duda que los recitales de balompié que enseña España en cada campo de fútbol son muestra de que estamos ante uno de los mejores equipos de todos los tiempos. Su techo ha sido tocado y la única forma que hay de seguir haciendo historia es mantenerse en la cima.


Jugadores que se mueven a través del terreno como notas bien compuestas en un pentagrama. Futbolistas que amenizan una tarde, que hacen disfrutar al espectador con combinaciones más propias de ilusionistas que de deportistas. Prestidigitadores en pantalones cortos que esconden, conducen, pasan, regatean, disparan. Un lujo que el fascinante grupo de magos sea español.

El partido contra Escocia fue un monólogo. Los británicos ni estaban ni se les esperaba. Se escondían detrás del balón, resguardando su portería y haciendo apología de un juego rudo sin tener esperanzas ni ilusiones de ganar. Intentaban cortocircuitar la fluidez del juego español con faltas tácticas, pero el balón iba demasiado rápido, demasiado preciso. Pronto, Villa igualando a Raúl como máximo artillero nacional, abrió la lata mediante un clamoroso penalty. La primera parte fue controlada por España de principio a fin.

En el segundo tiempo, el héroe del Soccer City, Andrés Iniesta hizo el segundo tanto que sonaba a réquiem para los escoceses. Dos arriba para los nuestros y toda una parte para seguir disfrutando, para tocar, para llegar, para gustarse. Pero Escocia escondía un puñal en la manga. Los escoceses asestaron un golpe durísimo a La Roja. Un despiste defensivo puso el marcador 1 – 2 y la única jugada vistosa de los locales en todo el encuentro, una jugada que hacía recordar que ese país había dado a luz a futbolistas como Dalglish, Dennis Law o John Greig. La selección escocesa combinó bien y el balón acabó introduciéndolo Piqué en propia puerta.

Las alarmas se encendieron. España no se podía permitir perder. Y siendo fiel a sus principios siguieron jugando como ángeles, no desperdiciando la posesión e intentando desarbolar la maraña de jugadores que se refugiaban en el borde del área con la vana esperanza de que el tiempo mellase la calidad de los españoles y de cosechar un punto que, a los escoceses, les habría sabido a victoria heroica.

Pero en estas circunstancias apareció Fernando Llorente. El rey león acapara una efectividad digna de los mejores delanteros del mundo. Un buen centro desde banda izquierda que el delantero del Athletic se encargó de empalmar al fondo de la red. De nuevo el riojano haciendo alarde de sus espectaculares facultades ofensivas.

Terminó el encuentro y el marcador reflejaba justicia. Victoria para los españoles, con dosis añadida de suspense. El buen trabajo dio sus frutos, aunque el verdadero camino no ha llegado. Vicente del Bosque tiene ante sí la dura tarea de reformar el bloque que salió victorioso del Mundial. Jugadores como Capdevila o Marchena no se encuentran en su mejor momento y deberían dar el relevo a la juventud. Es totalmente improbable que en dos años, los dos defensas puedan cumplir a la perfección la tarea defensiva. Otros ejemplos pueden ser Puyol y Xavi, quienes están entrando en la recta final de sus carreras a pesar de ser dos de los mejores en su puesto.

Otro que puede acusar la falta de ritmo y los pasos de la edad es David Villa. El jugador del Barça no está fino de cara a puerta y hace gala de una falta de gol preocupante, cosa que puede ser detonante suficiente como para probar otras alternativas en ataque. Pienso que los partidos restantes, Del Bosque debería planificar otro equipo, probar otros jugadores, para saber si encajan en el magnífico sistema que atesora la selección y comprobar si son dignos lucidores de una estrella que sigue brillando con fuerza.


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